Monday, June 19, 2023

El Caso de...La "Ultra" Derecha

 


Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Tercer Reich, hubiera podido utilizar su inigualable genio intelectual para el bien. Quizá hoy pudiéramos ser más generosos con su memoria. Pero este genio monstruo, creó las bases para uno de los regímenes más crueles y genocidas de la historia, y, sin duda alguna, del siglo pasado, el nazismo.

Pero hoy voy a rescatar sus estrategias para hacer una crítica férrea a un fenómeno que impide que tanto política como ideológicamente los conservadores podamos avanzar y aplastar las consignas que bien que saben imponer los progresistas.

Goebbels creó básicamante 11 estrategias para el manejo de la propaganda. Estas reglas son universales y versátiles, por lo que pueden aplicarse a muchos ámbitos. Hoy nos vamos a concentrar en una de las estrategias más eficaces. 

--Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo--

Este medio de comunicación existe para combatir la polarización como estrategia política. Sé que me encuentro en una minoría, puesto que la polarización y la división entre las masas ha dado resultados para muchas batallas políticas en el mundo occidental. 

De esta polarización han hecho uso irresponsable y maligno conservadores y progresistas por igual. No hay por quién sacar la mano.

Pero debemos pensar en una alternativa. Cuanto antes! Esta responsabilidad quizá corresponda a políticos de nuevas generaciones. Está por verse. Y ésos tendrán mi voto. Y los vuestros.

Pero volviendo a nuestras lecciones de propaganda, tengamos algo en cuenta, y esto es importantísimo. El que sepa usar la propaganda y sepa aplicar sus teorías avanza. El que no, pierde. Y se le aplasta!

Hasta ahora, desafortunademente para los que somos de derechas, creemos que quienes mejor usan la propaganda son los progresistas. De ahí esta saturación abominable de bulos climáticos y la imposición de los lobbys LGTB+ por dar algunos ejemplos.

Pero quizá uno de los logros más impresionantes de la izquierda ha sido el aplicar a sus adversarios la idea de que todos, sin excepción, los que apoyamos ideas conservadoras, somos del colectivo de la ULTRA derecha. La derecha extrema. La extrema derecha. El ALT Right. Far Right. 

En los noticieros, en la prensa escrita, los influencers y los youtubers. Para dar a conocer o para analizar alguna novedad de algún partido de derechas, escuchen con atención y oirán la palabra "ultra" para referirse a nosotros los conservadores. No falla. Y ésto no es casualidad.

Por supuesto, que no voy a negar que la ultraderecha existe. Desgraciadamente, estos nichos, en su momento, marginados y huérfanos, han encontrado una voz y un renacimiento en partidos que han surgido para hacer frente a los grupos parlamentarios que son más centristas, a pesar, que en el ámbito económico se alzan con regulaciones más conservadoras con bastante éxito.

La ultraderecha, de igual manera, que la extrema izquierda, hace un ruido ensordecedor y lleva a las naciones a respirar aires tóxicos como sucede con estos grupos en Europa.

Afortunademente, en teoría, estos nichos siguen siendo pequeños. Y los políticos de derecha deberían ser más cuidadosos en no dar ni una pizca de aliento a estos grupos. Pero voto es voto. Y si los neo-nazis logran dar un diputado extra en una asamblea nacional, pues venga el voto neo-nazi. Esto es una desgracia de la que lamentablemente la derecha no ha querido prescindir. 

Pero todos los votantes de derecha tenemos que hacer un frente infalible de resistencia y poner un parado a que se nos incluya en un mismo saco con la escoria más radical. Debemos exigir a los grupos de derecha que defiendan sus políticas y se alejen por completo de cualquier eco de un pasado fascista que se niega a morir. Si esa gentuza quiere votar, nadie se lo impide, pero no podemos permitir que a todos los votantes conservadores se nos tilden con motes tan despreciables.

En mi caso personal, como mujer judía, es abominable que a mí o mis ideologías socio-políticas se nos llame fascistas o ultraderecha. No olvidemos jamás que la ultra derecha fue primordialmente responsable por el derramamiento de sangre judía hace apenas 80 años, poco más, poco menos.

Si bien podría decirse que este empaquetamiento de todas las derechas bajo un mismo simbolismo y denominadores comunes, afecta al votante indefinido, mejor conocido como el votante independiente, simplemente para asustarlo que votando a los conservadores, vota a los nazis. Esto nos afecta nuestra individualidad y nos afecta nuestra integridad y la integridad de todas las posibles soluciones que podamos--y debemos implementar--para abolir las agendas globalistas.

Propongo entonces, en estas fechas donde se celebrarán comisios en distintos puntos del mundo, que seamos absolutamente implacables y defendamos nuestra consciencia moral y política frente a la aplanadora propagandística que nos quiere uniformar.

Yo soy de derechas. A mucha honra. No soy ultra ni remotamente. Defiendo a mi único Dios y mis principios judeo-cristianos. La Agenda 2030 me repugna. 

Ante todo no soy ni fascista ni nazi, aunque haya tenido hoy que pedir prestado a un nazi de su infierno eterno para explicar lo qué es la propaganda--y deciros que somos más fuertes y que no sucumbiremos al efecto arrastre.

Si eres de derecha, vota con la cabeza en alto. Llegaremos! Los tiempos de Dios son perfectos!

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