En el año 2006, a través del internet y con el comienzo del boom de YouTube y los pódcast, no había otro tema que tuviera mayor difusión que la publicación de un libro que prometía cambiar el mundo--y cada una de nuestras vidas.
Ese libro no era otro que "El Secreto," escrito por Rhonda Byrne y que hasta la fecha ha roto récords de venta, sólo hasta el 2020, de más de 35 millones de ejemplares.
Byrne, su autora, vendió su historia personal como lo que se conoce en inglés como "rags to riches" (de pordiosera a millonaria) una técnica de marketing que ya han utilizado muchos activistas y oradores motivacionales.
Hablamos de personas que supuestamente tienen testimonios donde nos cuentan que venían de llevar existencias llenas de miseria y carencias y aplicando "ciertos principios," que ellos han puesto en marcha y que tienen altísimos índices de ventas, se han hecho ricos y poderosos.
"El Secreto" salió a la venta junto a un documental que nadie quería perderse, pues ilustraba a la perfección la teoría que el libro promovía: la efectividad de la llamada "Ley de la Atracción."
En la promoción del libro intervinieron celebridades y las voces más destacadas del mundo de la espiritualidad moderna, desde Deepak Chopra hasta el Reverendo Michael Beckwith, el filósofo John Proctor, y cómo no? La mismísima Oprah Winfrey.
Winfrey dedicó dos episodios de su ahora difunto programa al libro y el documental, y a promover el mensaje tan enigmático de la "ley de la atracción," y, fue automático: Winfrey apadrina a "El Secreto," y este se dispara en ventas y llega a ser traducido a más de 50 idiomas.
Conociendo las artimañas de Oprah que hoy por hoy han salido a la luz, con su especial amistad con presuntos criminales como Harvey Weinstein o Sean "Diddy" Combs, quizá nos debimos dar cuenta que "El Secreto" podía oler a fraude.
Si tomamos en cuenta que fue Oprah quien presentó ante el mundo a Barack Obama, quien era en aquel momento un senador de Illinois, muy poco conocido---y con muchos secretos--tal vez prestarle atención a una celebridad fue y sigue siendo una pésima idea.
El concepto que se presenta en "El Secreto" tuvo tanta acogida por el público, que Byrne lo convirtió en una exitosa trilogía, agregando dos volúmenes al original, "El Poder," publicado en el 2010, y, finalmente "La Magia," que vió la luz en el 2012.
Podríamos, como quien dice, "atar cabos," y hacer una importante conexión entre la aparición de este libro (más toda una variedad de ejemplares de diversos autores que abordan el mismo tema) y el momento sociopolítico en el que se inmersa los Estados Unidos justo por aquellas fechas.
Vamos a quedarnos por un momento con esta inquietud a la cual volveremos en unos instantes.
Pero vamos a indagar un poco en lo que trata "El Secreto."
¿Qué es "La Ley de la Atracción"?
La "Ley de la Atracción" no tiene ningún fundamento científico y está considerada, ampliamente, como un concepto de la denominada pseudociencia. Básicamente, plantea la teoría de que el ser humano, a través de su mente, y sus pensamientos concretamente, emite una vibración que logra que un individuo "atraiga" a su vida una compensación energética similar a la energía empleada en la creación de esos pensamientos y deseos.
Es decir, se atrae lo que se piensa.
Hay una frase, que popularmente se ha atribuido a Buda que dice así: “Lo que piensas, lo serás. Lo que sientas, lo atraerás. Lo que imaginas, lo crearás”.
Cuando se publica "El Secreto" a comienzos del nuevo milenio, su autora dice haber estado influenciada por la teoría del filósofo William Walker Atkinson (1862-1932)
Walker coincidiría con las enseñanzas Hinduistas y Budistas sobre este tema alegando que: "La ley de la atracción es una ley universal que afirma que las personas atraen a sus vidas lo que se centran en pensar, energizar y focalizar."
Walker, quien también fue un abogado y comerciante, es quizá conocido por ser, de alguna manera, uno de los padres fundadores de lo que se conoce como "El New Age," que bien puede traducirse como "La Nueva Era" o, como él lo llamaba "El Nuevo Pensamiento."
Palabras más, palabras menos, lo que hoy denominamos "new age," es una amalgama comercialmente exitosísima que plantea antiguos y tradicionales conceptos tanto holísticos como espirituales, y los presenta como herramientas infalibles para que un ser humano alcance niveles de prosperidad y de abundancia nunca antes imaginados.
Como movimiento constituido y gratamente aceptado por el público, nos tenemos que remontar a los años 60s, 70s y 80s del siglo pasado.
En mi infancia, en la movida década ochentera, empezábamos, los niños y adolescentes, a escuchar a los adultos hablar, por ejemplo, de las fases del sueño, las ondas cerebrales. Había que conocer lo que era el "sueño alfa" y como eso generaba ciertas frecuencias en nuestra mente, a su vez, como ello, podía satisfacer nuestro ciclo de descanso.
Todo, y esto es importante recalcarlo, lo que conlleva los estudios del "new age" siempre tiene una función que es la satisfacción y el placer sin fin.
La Generación X se empapa profundamente de esta filosofía de vida. Y nos convertimos en un hilo conductor perfecto para que estas filosofías saturen esos primeros años del "Y2K," con todo y sus misterios.
Éramos un mundo muy vulnerable, pero no lo sabíamos. Fuimos una generación endeble y nos hicieron mucho daño, y, ya como adultos que somos, nos toca tomar consciencia que así como fuimos utilizados para cambiar el "modus vivendi" de la civilización Occidental, ahora somos los únicos que pueden salvarla--y a nuestros descendientes.
El movimiento "new age" es tan titánico, como puede ser tiránico. Viendo el auge que ha tenido en las últimas décadas, son varias las interrogantes que nos debemos plantear.
Pero para nuestro análisis de hoy, vamos a formular una hipótesis:
¿Podría ser la potencia de la era del "nuevo pensamiento" tierra fértil para el caos que han provocado las agendas ideológicas que nos dominan?
En el análisis que hicimos sobre el libre albedrío, y que pueden leer por este mismo medio, llegamos a la conclusión, que para reivindicar el uso de nuestras libertades, tenemos que estar muy seguros de aquello que consideramos "el bien" versus lo que se denomina como "el mal."
De hecho hicimos mención de uno de los grandes exponentes del movimiento "new age" que fue el también mega bestseller "Los Cuatro Acuerdos" de don Miguel Ruiz.
Concluimos que para poder asimilar la filosofía Tolteca que inspira estas enseñanzas, tenemos que estar nosotros, como individuos, moral e intelectualmente preparados para discernir lo que el autor del libro, Ruiz, denomina como "mitote," o aprendizaje inservible.
Otro enorme exponente de la filosofía del "nuevo pensamiento" es, sin lugar a duda, el filósofo y escritor brasileño Paulo Coelho, que con su infinitamente conocida obra "El Alquimista," publicada en 1988, prácticamente es el autor de lo que podríamos denominar una especie de "biblia" para todas las nuevas corrientes espirituales.
Con frases como: "Eres lo que crees que eres," o “Cuando una persona desea realmente algo, el universo entero conspira para que pueda realizar su sueño," es obvio que de pronto, nosotros, los seres humanos, somos los verdaderos "amos del universo."
¿Pero...Y Dios?
El gran peligro, la gran alerta roja, por así decirlo, de la "nueva era," sobre todo en lo que respecta a la espiritualidad, es que roba al denominado "universo" de su propio Creador.
En esa intrigante y codiciada incursión en el poder de la mente y la capacidad del hombre de crear su propio destino, se traslada el poder Divino a la mano del hombre, es decir, de la creación de nuestro Dios.
De pronto se nos quiere hacer creer que nosotros no estamos creados a imagen y semejanza de Dios. No. SOMOS DIOS.
Volviendo a nuestro análisis del libro "El Secreto," y a las imágenes que se presentan en el documental, lo único que vemos es testimonios y ejercicios mentales para, supuestamente, vivir una vida plena de "lujos asiáticos," como se dice popularmente.
Cómo vivir en una mansión de varias plantas. Cómo tener un Porsche en la puerta de tu casa, casi por arte de magia. Cómo viajar por el mundo y hospedarse en hoteles cinco estrellas. Y, por supuesto, cómo viajar en yates.
Todo esto y mucho más únicamente con pensarlo. Sólo con afirmarlo. Sólo con desearlo.
¡Ni el genio de Aladino se atrevió a tanto!
Crear una agenda ideológica es un trabajo, como ya hemos planteado en múltiples ocasiones, extraordinariamente complicado, porque hablamos de amasar un poder casi total sobre toda la población mundial.
Introducir elementos filosóficos y teológicos es una estrategia infalible. Nadie va a dudar de leyes universales ni de un libro con esencias tanto metafísicas como angelicales. Es una delicia turca para una mente y una vida que busca sus horizontes, después de deambular por el mundo, como se dice vulgarmente: "más perdido que el hijo de Lindbergh."
Y caímos tan fácilmente...
Veamos...
Una de las declaraciones más impresionantes y detestables que oímos de los activistas y directores del gigante abortista "Planned Parenthood" es como desean ganar dinero suficiente para adquirir un Lamborghini.
Y esto cómo lo logran?
Piensen que un aborto pueda oscilar entre los $500 hasta $2,000. Y las cifras son todavía más espeluznantes cuando tomamos en cuenta que una gran porción de las ganancias de esta aberración es el tráfico de partes fetales.
¿Pero qué nos dice el "new age," señores?
Nos dice que SOMOS DIOS. Por lo tanto, como "dioses" que somos, podemos escoger que un bebé, completamente inocente, puede vivir o morir en el vientre materno. Que es un ser desechable y que sólo cuenta, claro está, el libre albedrío de la mujer que en su omnipotente “empoderamiento” no tiene objeción alguna en matar a su propio hijo.
El lobby LGTBQ ha construido su emporio comercial basado en qué?
En la creación de cientos de géneros, y en la firme convicción de que es absolutamente posible e irrefutable que nacimos "en un cuerpo equivocado." Todos los trastornos hormonales y sicológicos de los adolescentes obedecen a que seguramente somos homosexuales o transexuales. Un niño de cinco años puede entender que necesita ser hormonizado como un becerro porque si no corre el riesgo de suicidarse.
Dios sólo creó dos géneros. Pero no. Qué estupidez es esa? NO, SOMOS DIOS. Por lo tanto nos inventamos nuevas ramas de la biología para satisfacer las arcas insaciables de empresarios y activistas monstruosos.
¿Quién ideó nuestro sistema solar con planetas que tienen su propia dinámica climática, con cambios constantes desde hace billones de años? DIOS!
¡Ah no! ¡Anatema total!
Nosotros controlamos el clima y nosotros estamos a la merced de narrativas absurdas que verborrea una niña inútil como Greta Thunberg, y que responden a un llamado incoherente y falaz que ahora se conoce como "cambio climático" al que se le adjudican huracanes (que han existido toda la vida) o la reciente "gota fría" en la región de Valencia en España, donde han secuestrado datos sobre fallecidos y desaparecidos, todo por aupar los negocios mal habidos del Sanchismo con la complicidad de la Unión Europea.
Creo que nos vamos entiendo...
La verdadera Biblia sí nos da una interpretación sobre la susodicha "ley de la atracción." Pero lo hace de la siguiente manera:
El Nuevo Testamento de la voz de Mateo:
"Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad a la puerta y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama a la puerta, se le abre. El poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado. Porque a todo el que tiene le será dado y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado."
Los Salmos, atribuidos al Rey David dicen: "¡Aquel que confía en Di-s, se verá rodeado de bondad! ¡Afortunado es el hombre que confía en Di-s!"
El Zohar, (Libro del esplendor) es además de la esencia de la cábala judía uno de los libros sacrosantos de la humanidad, y describe y habla de la "ley de la atracción" en los siguientes términos:
"El Mundo Inferior siempre está dispuesto a recibir, y es llamado una piedra preciosa. El Mundo Superior solo provee de acuerdo con su estado. Si su estado es el de un rostro brillante que se observa desde abajo, del mismo modo se ve desde arriba. Pero si es triste, del mismo modo será juzgado. Así también está escrito “¡Sirvan al Señor con alegría!” porque la alegría del hombre atrae la alegría celestial. Por lo tanto, del mismo modo en que es coronado el Mundo Inferior, así será lo que atraiga de arriba.Es decir, jamás se puede hablar de las llamadas "leyes universales," entre las que se menciona a la "ley de la atracción" separada del gran Hacedor de las leyes."
No podemos ni jugar a Dios, ni jugar a SER Dios.
El haber quitado a Dios de la ecuación en la evolución de nuestra cultura y de nuestros valores judeo cristianos, ha resultado en un caos que amenaza con destruir los cimientos que tanto orgullo nos ha dado a través de más de dos milenios.
Nuestra juventud se ha vista vulnerable y violada por los efectos secundarios de querer manejar todo a nuestro antojo.
Nuestras mujeres se han convertido en vasallas que las han llevado a vivir en yates y mansiones como tanto deseaban--pero como prostitutas y esclavas, y apenas ahora oímos sus testimonios y reclamamos que se haga justicia.
Nuestros niños han crecido convencidos que sus vaivenes hormonales los han vencido y no tienen ningún apego a su formación escolar que sólo los sexualiza y les da "permiso" para explorar el complicado mundo de las relaciones íntimas con pedófilos y enfermos mentales.
En la reconquista y reconstrucción de nuestra sociedad, pieza a pieza, lo primero que tenemos que restaurar es el lugar primordial de la fe.
La exploración de la espiritualidad es loable y no hay nada malo en encontrar la serenidad en la filosofía moderna y las prácticas holísticas.
Pero lo que no debemos es ser ni indiferentes y, peor aún, irresponsables, amoldando al mundo a nuestros placeres físicos y mentales.
Debemos dar un especial y constante ahínco al esfuerzo que da el trabajo.
Nuestros más pequeños deben volver a ser niños con la imaginación viva y el ánimo de volver a jugar, alejados de Tik Tok y su potentísimo veneno.
La industria cultural que tan poderosa ha sido en encontrar adeptos a agendas satánicas y ha desatado verdaderas orgías morales alrededor del mundo, debe ser un camino de nobles y duraderos talentos e ilusiones, sanada de la lírica enferma del reguetón y las imágenes grotescas que nos quieren alimentar.
Imaginemos un mundo que quiera tener una alta consciencia para atraer prosperidad y paz en todos los aspectos posibles--en buena ley.
Hemos construido un universo de idólatras, es tiempo de ver que no somos más que un ínfimo granito de arena en el infinito y vasto universo.
Rompamos las cadenas que nos tienen atados a falsos ídolos y estas tinieblas tan desesperanzadoras.
Pongamos nuestra mirada en el único Rey de Reyes.
Y con cada oración estemos infinitamente agradecidos y digamos con el alma:
¡Gracias a Dios que no somos Dios!
¡Alabado sea nuestro único Dios!