Monday, May 13, 2024

El Centauro Digital Celebra su 1er Aniversario

cumple"El Centauro "  este mes su primer aniversario.

He querido hacer esta semana un análisis con todos ustedes de lo que ha sido esta aventura a la que me gusta llamar “periodística” e "independiente."

La idea original fue la de crear un pequeño diario digital con un resumen de noticias, con alguno que otro comentario de actualidad y esa sección que se me hacía imprescindible, y que algunos de mis lectores más antiguos, seguro recuerdan: "Hoy en la Historia." Este segmento quizá era mi favorito porque me es fascinante buscar en varios archivos, acontecimientos que nos hayan hecho recordar mejores tiempos o aprender de personajes que se nos ha hecho imprescindible seguir estudiando.

Pero, al tiempo, me di cuenta, que lo que yo estaba creando, si bien era entretenido, podía ser un poco redundante.

¿Por qué?

Pues es muy simple...

Si hay algo de lo que nos podemos dar cuenta a diario es que estamos saturados de noticieros, medios digitales, pódcasts, y canales de YouTube, que bien han casi reemplazado la radio de nuestros días, e incluso la televisión.

De hecho, nuestra "tele" ya prácticamente nos sirve para llevar a las pantallas gigantes de LCD (la tecnología basada en cristal líquido que conserva mayor energía) los propios vídeos de YouTube o las series de Netflix, que han desplazado casi completamente nuestras tardes de ir al cine.

Es válido, claro está, sentirnos nostálgicos por las actividades de antaño, pero nos ha tocado despertar abruptamente. Nuestra civilización está en peligro. Dedicarse a la información es casi, hoy por hoy, una hazaña sólo apta para "superhéroes."

Con esto en mente, sentí que un medio digital como "El Centauro" se perdería en esa marea informativa tan saturada. Y tan amplificada, dicho sea de paso, por el estruendo de las redes sociales.

El primer nombre que se me pasó por la mente fue "Cruzada Digital" o incluso "El Templario Digital."

Ambos nombres me parecieron muy regios, porque la idea de crear mi propio medio ha sido siempre inspirada por la lucha contra la desinformación, a la par que quería yo poner mi granito de arena en la tan mentada "batalla cultural."

Al final, por darme gusto, quise hacer referencia a los grandes guerreros de la mitología, mitad caballo, mitad humanos, los temibles centauros. Y a esta fascinación agregué que el centauro es el símbolo del zodíaco de nosotros, los Sagitarios.

Una vez elegido el nombre, había que crear una línea editorial.

Políticamente hablando, siempre me consideré de "derechas." Pero, si bien, no puedo ni debo renunciar a mis principios y mis valores, me dí cuenta que estas denominaciones tanto en el campo político per se como para el ejercicio de mi profesión, eran indeseables. 

Empecé a abrirme paso escuchando nuevas voces, que si bien podían, en un principio parecerme estridentes y contrarias a mi manera de pensar, eran exactamente las que más necesitaba oír.

En los últimos meses, he comprendido que la información que nos llega a través de cualquier medio, no es más que una papilla bien cebada y muy bien remunerada, que cumple más con la función de ser un perfecto banquete de propaganda, muy dado a sazonar, con el debido respeto, a las mentes más débiles.

Es aquí donde empecé a conscientizar que lo que yo necesitaba más que nada, no era solamente un periodismo independiente, que por supuesto, sino un periodismo pedagógico, que me llevara a encontrarme, como en el Mago de Oz, a ver al hombre detrás de la cortina.

Afortunadamente como consumidores o usuarios de los medios de comunicación ya estamos más que acostumbrados al nuevo vocablo que nos habla de las "fake news" (noticias falsas) o las "trolas" un anglicismo de "trolls" que también significa "engaño" o “falacia” o simplemente "bulos."

Todo para concluir que los grandes medios de comunicación, en una avergonzante mayoría, han pretendido por décadas engañarnos o vendernos una narrativa que conviene a quienes financian estos medios. Y aun sabiéndose descubiertos, es tanta su co-dependencia con sus amos financieros, que no hay ningún ánimo para cambiar de rumbo. 

La brújula nos queda manejarla a nosotros. Nosotros ponemos el norte.

"El Centauro Digital" pretende hacer contrapeso a todo este triste meollo con mucha humildad, pero perseverancia y tino.

El periodismo es un oficio apasionante y noble.

Pero lo que no podía imaginarse nadie es que lo que llamamos "verdad" resulta ser una incomodidad para sacar adelante las agendas que desean gobernarnos, literal y figurativamente.

Por eso, en casi todos los artículos, me detengo minuciosamente a explicar lo que son estas agendas, de que están compuestas ideológicamente y quiénes, y esto es lo más importante, las financian.

Pongamos un ejemplo clave...

Todos estamos profundamente consternados con el circo en que se han convertido las universidades tanto en EEUU como en Europa, pero principalmente en las denominadas "Ivy Leagues" Norteamericanas. Estos institutos centenarios, la gran mayoría privados, son los que supuestamente tienen más prestigio no sólo a nivel nacional, sino a nivel internacional.

Pero cuántos de nosotros sabíamos con detalle que estas universidades están recibiendo más de un 39 por ciento de sus ingresos de "donaciones."

Ahora, no seamos inocentes pensando que estas donaciones son pura filantropía de parte de abogados egresados de las aulas de Harvard. Sí, por supuesto, que estos están incluidos. ¿Pero saben ustedes quién fue el mayor donante de la Universidad de Harvard en el 2023?

China.

Desde el año 2011, China ha contribuido con más de $420 millones de dólares a instituciones universitarias americanas. 

También estamos hablando de Catar, por ejemplo. Y, por favor, que no insulten nuestra inteligencia diciéndonos que estas donaciones multimillonarias se hacen por amor al arte y sin condiciones.

Cada donación, a parte de ahorrar en impuestos a los donantes, vienen con, digamos, algunos "pequeños favores si no es mucha molestia."

La propagación de un marxismo recalcitrante y el esculpir cerebros estúpidos es, parte de lo que patrocinan estas generosas contribuciones maléficas.

El empresario de origen iraní, Patrick Bet David, en su pódcast homónimo, nos habla de cómo la organización Open Society Foundations, fundada en el 1993 por un personaje al que todos hemos oído nombrar: George Soros.

George Soros merece su propio artículo. Y se los haré próximamente. Pero, a lo que quiero que vayamos es que Bet David, hace un minucioso análisis de como la organización de Soros está conectada con grupos empresariales que tienen como finalidad crear propaganda anti Israel para favorecer a grupos pro-Palestina.

El caos que vemos a través de los lentes de drones en la Universidad de Columbia o Harvard, es sólo la punta del iceberg.

Bet David ya nos habla, con excelentes argumentos, de un plan para la desestabilización de los Estados Unidos, y peor aún, de una organizada maniobra para cambiar el resultado de las elecciones a favor de un partido político, el Demócrata. 

Para saber si la hipótesis que plantean Bet David y otros analistas es cierta, estaremos muy al pendiente de los acontecimientos de aquí a Noviembre.

Para los judíos, ver estos espectáculos que se han alimentado con consignas claramente antisemitas, es muy preocupante. Es bastante sensible, y eso lo entiendo. Pero lo que no podemos es tener miedo y empezar a visualizar que en Boston o en Ithaca, al norte de Nueva York, se abrirán los Auschwitz del siglo XXI.

La verdadera esencia de estas pseudo protestas la vemos muy bien clarificada en estos vídeos viralizados en redes donde, literalmente, los estudiantes que participan en estas acampadas pro Palestina, no tienen la menor idea de qué están haciendo allí. Los vemos hasta con banderas del colectivo LGTBQ, sin tener la más mínima consciencia que si pusieran un pie en la Gaza de sus amores, los colgarían de una grúa para el furor de las masas.

Pero lo que nos deben inspiran estas masas es lástima. Bueno, quizá no tanta, si sabemos que estos vagos están siendo compensados monetariamente por las ONGs como la de Soros para que acampen por tres meses, ocho horas diarias, por la muy considerable suma de $8,000.

A los que nos interesa la farándula y el espectáculo, este año, el 2024, se ha convertido en un desfile de escándalos, cuando hemos ido viendo caer, como se dice popularmente, "como moscas" a muchísimos personajes que teníamos como "intocables."

Por otro lado, hemos ya podido "desnudar" a los emperadores de esta tan corrompida y nefasta industria de entretenimiento, y los vemos por lo que son.

Pongo otro ejemplo que estuvo vigente en estos días pasados: La Gala de la MET (El Museo de Arte Metropolitano de Nueva York)

Este evento, que se lleva a cabo a puertas cerradas (sus razones escabrosas tendrá) se centra en la moda de alta costura. Técnicamente hablando, se trata de una colecta multimillonaria para la conservación del ala del museo donde se guardan los trajes y vestimentas más icónicas y más históricas del museo, con piezas que podrían incluso tener siglos desde su confección.

Pero lo que no sabíamos es que la gala que se lleva a cabo cada mes de Mayo, es una prolífica y controversial cena que estaría disfrazando un tráfico de influencias escandaloso.

Cada firma de moda o cada empresa que desea asistir y tener presencia en este evento paga exorbitantes millones por una mesa. 

Esta mesa ha de ser ocupada por "embajadores" de estas firmas o de estas marcas. Como embajadores nos referimos a los actores, influencers, cantantes o aspirantes a famosos.

Pero no es tan fácil...

Aparece en el panorama la mismísima Anna Wintour, a quien la gran mayoría de ustedes conoce como la Editora en Jefe de Vogue. La musa del film "El Diablo Viste de Prada." Se acuerdan?

Anna Wintour es quien escoge, a dedo, quien tendrá el "honor" de ocupar esas mesas. Aparte de la fortuna que deja cada patrocinador, los invitados a las galas tienen que desembolsar $75,000 cada uno. Una cifra que sube cada año. En el 2023 se pagaron $50,000 por cabeza.

Cada mesa está minuciosamente colocada de tal manera que sus ocupantes, por toda la noche, serán sentados acorde con su estatus, y serán acompañados por personajes que puedan ser de utilidad para firmar nuevos contratos y hacer lo que se llama "networking." Esto entre números musicales, mucho licor, y quién sabe que más...legal o no.

Sabiendo lo que sabemos, podríamos fácilmente alegar, y quizá algún día muy pronto, comprobar a ciencia cierta, que el panfleto de Anna Wintour, antes una revista de prestigio y rigor, estaría enriqueciéndose de una manera que quizá ya no se refleja en sus páginas, sino en los bolsillos de sus ejecutivos.

¿Por qué decimos esto? Porque es más que obvio que por la alfombra roja de la Gala del MET de pronto vemos personajes prácticamente anónimos, pero con padrinos muy poderosos que los quieren en los escenarios de primera línea, con su bolso de Chanel, ciertamente, pero también con una agenda muy bien estructurada bajo su guante de seda.

Para mí se ha vuelto esencial aprender toda esta información que, muy tristemente, no nos llega de primera mano de los medios convencionales.

De hecho, lo que pensamos que sabemos es apenas la epidermis de los hechos. Y se ha hecho menester seguir aplicando dosis cuantiosas de anestesia, muy específicamente a las audiencias más jóvenes y más vulnerables.

Este proceso de crear consciencia es, muy ciertamente, fascinante, exquisito, necesario y valiente. Pero es también frustrante y desesperado cuando nos damos cuenta que podemos abrir los ojos, sólo sí estamos dispuestos a seguir aprendiendo y a saltar al abismo, lejos, muy lejos de nuestra zona de confort.

Primero que nada, tenemos que estar muy preparados para aceptar que el daño que hacen y seguirán haciendo las nuevas ideologías y las apocalípticas consignas de los poderosos barones empresariales, no serán curadas a base de análisis o de vídeos virales.

Mucho, muy lamentablemente, se lo debemos dejar a las leyes bíblicas, como es el caso de la ley de "causa y efecto," llamada así por el pastor evangélico Herbert W. Armstrong (1892-1986) que la estudió en profundidad.

Habrá quienes aprendan las lecciones o sufran las consecuencias de sus propios actos.

Los estudiantes que han querido pasar su tiempo creando trombas violentas en contra de una causa ficticia, y si me perdonan, bastante perdida, se verán ya en sus treintas y cuarentas (si no se los consumen las drogas o no se suicidan) con una inhabilidad casi total de mantener sus trabajos. Serán padres de familia ausentes. Y moralmente serán devorados por todos nosotros, que los enfrentaremos sin cuartel con su ignorancia y su pasado.

"El Centauro Digital" cumple su primer año, y, si les soy sincera, apenas ahora empiezo a calentar los motores. 

No es fácil. Quisiera poder pasar con todos ustedes más tiempo. Darles más temas. Responder a sus interrogantes. Conocerlos.

Para definir al periodismo tenemos que, sin duda, recordar las sabias palabras de  Antonio Machado (1875-1939) el gran virtuoso de las letras españolas:

"¿Tu verdad? No, La Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela."

Y la búsqueda de esa verdad en su más pura expresión nos lleva de la mano hasta por los agujeros negros de nuestra propia sorpresa, nuestras interrogantes y nos pone de rodillas ante nuestros miedos. Pero el descubrimiento de la luz lo vale todo. Y luego toca reflejarla y escribirla y darle seguimiento para que no nos abandone nunca jamás.

Hay quienes alegan que el oficio del periodista o el escritor, es solitario. Pero, sinceramente, a todos ustedes los llevo conmigo con cada publicación. Los trato de entender sin perder mi propia línea. Encomiendo a Dios mi integridad y mis instintos. Dicho así el ejercer mi profesión se me hace oxígeno. Mi vocación ciertamente la llevo en la sangre y ya era hora, después de haber recibido mi diploma de periodismo hace casi 30 años, que encontrara yo mi camino...sin cansancio. Sin mirar hacia atrás (excepto para saciar mi sed por saber la historia de todo y de tantos) pero sobre todo, como debe ser...Sin mitos!


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