Monday, April 29, 2024

Los Millennials: Sabia Savia de Nuestra Civilización



Las orquídeas son plantas de la familia de las "Orchidaceae." Su flor sea posiblemente una de las más bellas del mundo. En Venezuela la orquídea era considerada la flor nacional, y hoy en día el cultivo de orquídeas es de los más populares entre los horticultores y aficionados.

Existen aproximadamente 28,000 especies de orquídeas. La más común, y también la más comercial sería la especie de orquídea conocida como la "orquídea polilla" con sus colores brillantes y sus pétalos redondeados y gruesos.

Pocos saben, por ejemplo, que la vainilla, comúnmente utilizada en la repostería, es extraída de una especie de orquídea llamada "Vanilla planifolia," nativa de Centroamérica.

La orquídea tiene una peculiaridad y es que son plantas epífitas. Epífita significa que crecen adheridas a otras plantas, muy especialmente árboles de gran altura. Especies miniaturas también se han visto germinar en hojas. 

Esta condición de las orquídeas, me refiero a su hábitat, han hecho que erróneamente hayan sido confundidas con plantas parásitas. Este no es en lo absoluto el caso. La orquídea toma los nutrientes y la humedad del medio ambiente para realizar la fotosíntesis, y es, simplemente, su colocación en la altura de un tronco o rama, lo que le permite recibir los rayos solares.

De hecho, es muy común ver a las orquídeas en rincones poblados con hongos salvajes. Igualmente, ambas especies, se benefician mutuamente.

Si imaginamos que las generaciones de los últimos cien años son un robusto arbol, que se dice sano y frondoso, veremos varias ramas que han brotado y florecido orgánicamente. Tenemos la base del tronco, la más gruesa y la más cercana a las raíces, que serían la "Generación Silente," una de las mejores generaciones que han surgido desde que hemos estudiado la sociología, y serían hoy en día, si viven, nonagenarios o incluso centenarios. Fueron una generación de altos valores familiares y con una ética de vida que los llevó a ser fundadores de empresas y héroes de guerra. 

Seguidamente, vemos a los "baby boomers," nacidos en la postguerra y, para muchos, una generación consentida y pujante. Aunque muchos de ellos pudieron haberse desviado de su arbol madre en los años 60s, sus frutos crecieron con la influencia, los valores y la ética de sus progenitores.

La semilla de los "Baby Boomers," hoy en día septuagenarios u octogenarios, somos nosotros, la Generación X, quizá la más compleja de todas las generaciones y la que lleva, hoy por hoy, el legado y la responsabilidad de que nuestro susodicho arbol se mantenga erecto contra viento y marea.

La parte más debilitada de este arbol es la Generación Z, nuestros jóvenes y adolescentes que se mecen con los vendavales y están alejados moral y éticamente de las raíces, pero no se rompen--por el momento.

Las flores de este arbol ya han empezado a germinar y son la generación "alfa," los niños.

Hacer un análisis profundo de las múltiples generaciones que se erigen en este "arbol" es urgente e imprescindible. Nuestra civilización entera depende de la sobrevivencia de este "bosque" multi generacional.

Muy desgraciadamente nuestro “ecosistema” es vulnerable y podríamos ser consumidos por las llamaradas de ideologías y agendas que ya cercan y vigilan nuestro alrededor como zamuros.

En estos árboles centenarios, en las últimas décadas, se han visto hospedarse a múltiples y coloridas “orquídeas” que si bien no son parte de la matriz generacional a la que nos referimos en nuestra analogía, podrían ser cruciales para la sobrevivencia de nuestro bosque: los millennials.

La generación "Millennial," igualmente conocida como la "Generación Y," es quizá la más difícil de definir y de comprender. En nuestro arbol, los veríamos crecer, entre la Generación X y la Generación Z.

Con altas variaciones en cuanto a su edad, me gustaría utilizar la definición más común en mi opinión. Millennials son aquellas personas nacidas entre 1987 y 1999. 

Sus padres son, igual que ellos, epífitas que se adhirieron a nuestro arbol en los años 50s.

A los millennials quizá no los esperábamos, pero hoy por hoy, tenemos que dar gracias a Dios que nos hayan elegido a nosotros para hacer sus hogares y engalanarnos con la amplia gama de su sabiduría.

Entre la Generación X y los millennials ha habido profundas rivalidades. Las diferencias en pensamiento y en acción son abismales.

El millennial es agresivo, veraz, impulsivo, pragmático y hasta un poco insolente. La Generación X es lenta, pacifista, cautelosa y desconfiada. Pero veinte años de “convivencia” con los millennials en nuestro "tronco" ya han hecho que nuestra savia tenga la esencia de estos polinizadores multicolores.

¿Por qué se hace imprescindible hacer un análisis de la Generación Y? 

Quizá la respuesta más objetiva es que los millennials constituyen el mayor número de personas en la esfera laboral a nivel mundial. Sólo en los Estados Unidos, los millennials constituyen aproximadamente el 35% de los trabajadores activos. Estamos hablando de un número aproximado de 56 millones de personas. 

El millennial, sin embargo, no tiene, para nada la misma ética laboral y de vida que lo que estamos acostumbrados a ver en mi generación. Y ni hablar de lo lejanos que están de los "Boomers."

Los millennials tienen su propia voz. Sus propias reglas. Su propia visión. 

Pero es cada vez más urgente estudiarlos al detalle, porque a pesar de su juventud, llevan en su esencia una sapiencia que ya la quisiéramos nosotros que somos más experimentados y "ancianos."

Por mucho tiempo mi impresión de los millennials fue profundamente negativa. Mi rechazo hacia ellos era total. 

Me acuerdo de que hace unos 15 años atrás vi un reportaje sobre los millennials, en una época en que éstos eran tan imberbes e insoportables como ahora son los Gen Z.

Pero hoy en día las palabras que escuché hablar sobre esa juventud, me acompañan y me han inspirado más de lo que me gustaría confesar.

Cuando el millennial empieza a llegar al campo de trabajo, ya éstos habían sido programados a través de su educación, y más que todo, a partir de su extensa exposición a las altas tecnologías, a que sólo deseaban trabajar en ambientes donde pudiesen aplicar su conocimiento y donde pudiesen fundir sus valores personales con los valores de la empresa que los emplearía.

Esto jamás lo tomamos en cuenta nosotros, ni nuestros padres, y mucho menos nuestros abuelos. Oír esto era el acabose, y enseguida los asociamos con los "hippies," y los despreciamos e intentamos que dejaran nuestro arbol. Los confundimos con verdaderos parásitos.

Pero los millennials no abandonaron su nicho. De hecho, siguieron prosperando y creciendo en número y en influencia.

Un ejemplo de esta filosofía la encontramos en el empresario Ben Lerer.

Lerer es el co-fundador de la popular página web llamada "Thrillist" (thrillist.com) que es una guía para los que buscan aventuras culinarias y viajes exóticos dirigidos a los gustos y paladares más jóvenes. "Thrillist" fue fundada en el 2004, cuando Lerer tenía unos 18 años. Hoy, a sus 38 años ya tiene en su haber varias empresas "start ups," un innovador concepto que aclararemos en unos instantes.

Ben Lerer tiene una frase muy interesante que nos lleva con la puntería de un láser a las neuronas de un millennial: "La gente que trabaja para ti no está construyendo una empresa para ti, la están construyendo para sí mismos, son el centro de su propio universo. El hecho de que usted sea el director ejecutivo no significa que vengan a trabajar todos los días para hacerle feliz. Quieren ser felices y tu trabajo es mantenerlos así."

Los millennials son estridentes y vanidosos. De hecho fueron la primera "generación woke" que existió por décadas, hasta que los Gen Z se hicieron mayores.

Pero quiero volver por un instante a este concepto que trajeron los millennials a nuestra fuerza laboral. 

Hasta que llegaron ellos, nuestras generaciones trabajaban con disciplina y dedicación. Y no se nos planteaba que nuestros ideales estuvieran moldeados a una empresa en particular. Fuimos criados para el esfuerzo y la dedicación, nuestros padres inculcaron en nosotros la constancia, la responsabilidad extrema, la lealtad y la búsqueda de la excelencia.

Se hacía énfasis en crear un curriculum donde se reflejara nuestra competencia, y apostábamos por buenos beneficios y un plan de retiro.

Los millennials son excelentes sin buscarlo. Han nacido con un conocimiento nato de la world wide web. Ya manejaban las tabletas y los teléfonos inteligentes. Una computadora no era, como lo fue para nosotros, un objeto exótico y primitivo. El millennial ya hablaba de "gigabytes."

Los problemas de índole social obsesionaron a los millennials desde su infancia. Sus padres--y sobre todo sus madres--fueron pioneras del feminismo y de la revolución sexual.

El millennial no veía a una empresa por sus beneficios y sus prestaciones. El millennial llegaba para crearse su propia agenda laboral. Lo que no estaba inventado, ellos lo crearon con una habilidad que nos dejó atónitos.

Las redes sociales de nuestros días fueron generadas por los millennials. La gran mayoría de ellos tienen sus propias empresas y los llamados "start ups."

Un "start up" podría decirse que es una empresa constituida por pequeños y jovencísimos empresarios que invierten en una idea, producto o servicio. De aquí saben sacar sus mayores beneficios y costos. Puede que un "start up" no llegue a tener mucho tiempo de vida, pero en su breve existencia, tampoco podemos extrañarnos si llegan a estar en las listas de los "Fortune 500" (Las empresas más prolíficas y más solventes de Wall Street en el caso de los EEUU)

Quizá el desarrollo de estas magníficas orquídeas y su peculiar manera de hacer su fotosíntesis, aprovechando el soporte que le damos, hizo que fuesen los millennials los que fueran "captados" por las agendas ideológicas que ya venían arrastrándose por nuestros bosques.

A estas agendas sí sería adecuado denominarlas parásitos, y su veneno ya ha alcanzado a nuestras ramas más vulnerables.

El millennial se dejó seducir por la narrativa "woke" de un supuesto apocalipsis climático, que cada vez nos damos más cuenta, que es un fantoche creado para introducir costosísimos e inservibles programas ecológicos. 

Los millennials son estudiantes de propaganda, y tan fascinados han estado con ella, que sin querer, la han absorbido como absorben energía solar las orquídeas en sus alturas.

El millennial acepta y propaga la agenda de los lobbies del LGTBQ, y han visto como sus ambiciosas arcas se han llenado a tope con la creación de mercancía, servicios y narrativas progresistas.

De hecho, hoy por hoy hay más millonarios millennials que boomers. Lo que a la generación de nuestros padres y abuelos, pudo costar 40 años, el millennial lo logró en menos de diez.

No ha habido lo que esta prodigiosa generación no pueda lograr.

Entre nosotros, los X, y ellos, los Y, había poca comunicación y una rivalidad que no parecía poder conciliarse. Mucho sería por celos, imagino yo. 

Pero en esta convivencia nuestra manera de ver el mundo, y nuestro despertar de consciencia, nos hizo ver lo necesario que era tener a nuestras orquídeas haciendo gala de su magnificencia.

Los millennials empezaron a madurar y la Generación X comenzó a tomar nota de sus manifiestos y sus enseñanzas.

Pero sucedió algo que nos sorprendió a todos los que hemos visto a los millennials crecer y hacerse adultos.

Los y se convirtieron en padres y madres de familia.

Los millennials son quizá la generación más fértil que existe actualmente. Sus solventes y abundantes finanzas los han visto reproducirse con facilidad. Los millennials mayores ya bordan los cuarenta y es común ver familias numerosas, con tres y cuatro hijos.

Mi generación, la generación X es completamente seca, mustia y ha tenido muy pocos hijos. Muchos de mi generación ya son abuelos. Pero francamente mi generación ha sido bastante mediocre criando a nuestros jóvenes. Se dice, sin embargo, que los padres que han escogido tener a sus hijos después de los 40 años, se han visto adquiriendo una mejor consciencia para estar presentes y atentos en la vida de estos niños.

Pero esta conversación ya la hemos tenido en otros análisis anteriores.

Volvamos a los millennials.

La denominada generación "alfa," los más pequeños brotes de nuestro arbol son, en su gran mayoría, las semillas de los millennials. Muchos de estos niños están ya en edades escolares.

El turbio, preocupante y alarmante reflejo que se ha podido ver en los niños, es lo que ha hecho a los millennials hacer un frenazo contundente en sus constantes búsquedas ideológicas y sus despreocupantes aventuras laborales.

El caos provocado por los parásitos, que ya se ha vuelto casi una pandemia incurable, es lo que ha hecho que los millennials vuelquen sus raíces a su "arbol matriz" para buscar ayuda y sabiduría.

Para darles un ejemplo.

Un estudio realizado por la universidad de Stanford, en California, pudo ver que hasta el año 2022, había un 80 por ciento de millennials que seguían adheridos a su filosofía de vida de emplearse o crear empresas basadas en sus valores progresistas. Esto es comúnmente llamado "capitalismo woke."

¡Pues, para sorpresa de todos, ese mismo número de millennials en el 2023, es decir, apenas un año después ha bajado al 58%! Y sigue cayendo en picada.

Los millennials fueron los primeros en hacer todo un movimiento para crear consciencia en el cuidado y desarrollo de la salud mental. Pero sus esfuerzos llevaron a millones de jóvenes a ser completamente frágiles, al punto que la Generación Z es conocida como la generación "de cristal."

Aunque están muy próximos en edad, los millennials, y esto está bien documentado, y yo, en mi experiencia laboral lo he visto de primera mano, desprecian a los Gen Z. Los miran, como se diría popularmente, por encima del hombro.

Sin embargo, los Gen Z se desviven por ser como los millennials. Son estos sus ídolos y sus modelos.

Los cambios ideológicos y el desarrollo emocional de los millennials, cuanto menos admirable, nos han hecho volcarnos a ellos y hemos podido experimentar una simbiosis de valores y conocimientos que nos ha hecho, de a poco, extraordinarios aliados.

La peste avanza y el despertar de los millennials, e incluso, de nosotros, los GenX, ha sido lento. Pero no se extingue ni se detiene. Al contrario.

Ahora muchos de nosotros, a pesar de doblarle, en muchos casos, en edad y experiencia, estamos dando a los millennials valores de vida y de desarrollo espiritual que bien que los millennials necesitaban acoger. Y los millennials, sorpresivamente, cuando se trata de ir a las urnas electorales, se han convertido en votantes conservadores sin mano izquierda.

Todo sea por los más jóvenes y todo sea por erradicar la plaga y extinguir el incendio que nos amenaza con consumir a nuestra civilización entera.

Millennials y Gen X, juntos por fin. Y en esa unión está la fuerza.

El arbol ha de seguir en pie.



Wednesday, April 24, 2024

El Golpe Bajo de Donald Trump al Pueblo Americano

 


Adoptando el lenguaje taurino, quedan 6meses6 para las elecciones  generales de Estados Unidos. Quedan 6meses6, específicamente el próximo 5 de Noviembre, para que más de la mitad de la población estadounidense deposite en las urnas el que podría ser su voto más contundente y más determinante.
Para los votantes que han querido seguir confiando en la administración Biden-Harris, los resultados hablan por sí mismos: una inflación como nunca se había visto, la entrada libre de 11M de inmigrantes ilegales que no sabemos quiénes son y a qué dedican el tiempo libre, como diría Perales. También podríamos hablar de Biden como el presidente más corrupto de historia reciente, el mandatario que hace ver a Jimmy Carter como un George Patton político.
Las ideologías "woke" no dan abasto para una riada de jóvenes que han declarado la guerra a los principios de nuestros padres fundadores, y, como se ha visto en las redes a modo viral y virulento han creado, entre otras barbaridades, campamentos desde donde se llama al genocidio de estudiantes y profesores judíos.
Eso se permite en nombre de la "1.ª Enmienda" de nuestra Constitución. Una provisión que considera sagrada la libertad de expresión. Sin embargo, ese sacro derecho ha sido pisoteado por la irresponsabilidad e impunidad con que se practica, como hemos visto en la última década.
Para los que quieren seguir votando por una administración del Partido Demócrata, están, de más está decirlo, en su pleno derecho. Pero no creo que la administración Biden haya dejado resultados para tirar cohetes. 
Pero desgraciadamente para muchos, Biden podría tener el camino a la reelección más fácil que lo que pensamos, si tomamos consciencia plena de lo que ha pasado en la última semana con el partido republicano.
No sería exagerado afirmar que el Partido Republicano ha sido completamente astillado, dinamitado y herido de muerte. Y podría no recuperarse.
Muy lamentablemente los hechos que voy a narrarles han tenido una cobertura mediática prácticamente nula. Y esto no es coincidencia. Es una sentencia anunciada de una élite mediática a la que le han llegado al precio.
El Portavoz de la Cámara de Diputados, en inglés "Speaker of the House," Mike Johnson, un congresista que hasta su controversial elección como Portavoz, fue un diputado poco conocido más allá de su nativa Louisiana, ha, literalmente, entregado las llaves del Congreso al Partido Demócrata.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
Con tan poca y tan pobre cobertura en los medios, no me extraña, o que haya una completa ignorancia de lo que ha pasado, o que haya ilusos y ciudadanos con buena fe que puedan defender los hechos, y sobre todo, a sus protagonistas.
Mike Johnson tenía en sus manos un paquete de ayuda que debía ser aprobado por la mayoría de los congresistas. Los republicanos, en una considerable mayoría, veían con escepticismo esta iniciativa que volvía, como tantas otras veces a lo largo de los últimos dos años, a mandar a Ucrania la impresionante suma de $30 billones de dólares. Sumándose así más de $100 billones de dólares de las cuales Zelenski no ha dado explicación alguna de cómo se está utilizando específicamente. 
Ucrania recibe a manos llenas dinero de los impuestos ciudadanos, y nada sabemos del verdadero uso de esta ayuda, que no sólo es efectivo. Eso es lo de menos. Esta ayuda incluye armamento de altísimo calibre más equipo de guerra de primera calidad.
¿Quién dice que todas estas armas no terminan en un mercado negro o en manos enemigas? ¿Hay alguien que confía en Zelensky a estas alturas?
La ayuda incluye también la módica suma de $14 billones en armamento para Israel y para Taiwán--esta última por si acaso China cumple con sus amenazas.
Johnson en un esfuerzo de seducir el voto de sus colegas republicanos, aseguró, casi con la mano sobre la Biblia, que una parte de este paquete iría a remediar la caótica situación de nuestra frontera sur.
Pues el paquete de ayuda ha destinado $30 billones de dólares a la frontera, seguro que sí---pero la de Ucrania con Rusia.
Porque hay que vivir del cuento y nos acribillan a diario con propaganda anti-Rusia que supera la de los días infames cuando hablábamos de la "Cortina de Hierro."
Johnson, sabía que este "regalo" a la administración Biden-Harris, no iba a ser aprobado por los republicanos más estrictos, los llamados "MAGAS" (Make America Great Again) que son los que han llegado a sus respectivos distritos de la mano del expresidente y actual candidato a las elecciones Donald J. Trump.
Por favor pido que tengamos muy en cuenta lo que acabo de decir, el ala republicana más conservadora ha sido el grupo que ha apoyado a Trump desde el primer momento. 
Como ya he dicho en anteriores análisis, no siempre comulgo con este grupo de conservadores. Así como no me gusta promover una política completamente aislacionista como la proponen los MAGAs Pero los hechos son los hechos. Los "Republicanos MAGA" son los que llevan el estandarte de lo que se pensaba que estaba representando Trump, ese grito inviolable de "América Primero."
El pasado 19 de Abril, los apasionados gritos de "América Primero," fueron reemplazados por vítores y una vergonzosa ola de congresistas con banderas ucranianas, un espectáculo que hubo de ser sancionado, pues en el Congreso americano sólo la "Old Glory," (nombre con el que se conoce a nuestra bandera) puede ser homenajeada.
Pero no. Ahora somos todos ucranianos. 
La deshonrosa presencia de la bandera ucraniana sólo puede significar que los americanos han desechado por completo su identidad.
Mike Johnson, como muchos otros Portavoces republicanos antes que él, primeramente violó la Ley Hastert. La Ley Hastert fue implementada hace unos 30 años en el Congreso y, básicamante, obliga a los portavoces a llevar a voto sólamente las leyes donde la mayoría de la mayoría puede ejercer su derecho a aprobar o rechazar un proyecto de ley o, como en este caso de Ucrania, un paquete de ayuda económica, y así evitar que los diputados de la oposición puedan tener repercusión en la toma de decisiones.
Pues Mike Johnson, claramente, demostró que tiene, primeramente, un amo: Joe Biden. Dos se vendió barato. Tres, ha deshonrado y traicionado al pueblo americano al que representan él y la Cámara donde se toman las decisiones más importantes del país.
Por favor también tengamos muy, pero muy en cuenta, que El "Speaker of the House" es apenas el tercero en la línea de sucesión a la presidencia en Estados Unidos.
Una posibilidad no tan impensable, diría Mike Johnson, puesto que Joe Biden tiene una avanzada y cada vez más obvia demencia senil y la vicepresidenta, Kamala Harris es una absoluta incompetente.
Los delirios de grandeza de Mike Johnson van más allá de lo que puede haber sido obra de "Don Dinero."
Mike Johnson sabía que los republicanos no apoyarían su ley tan injusta y tan llena de interrogantes. Pues haciendo gala de una diplomacia, que más suena a negociaciones turbias con los Demócratas, las leyes han dejado a los republicanos con el peor sabor de boca de nuestras vidas.
Porque esto es sólo la punta del iceberg.
Como se ha sabido a partir de los infames hechos protagonizados por Mike Johnson, éste ha sido más que halagado y congratulado por las altas esferas de Washington. 
Su asesora más cercana, la señorita Hannah Fraher, que llegó a su puesto en Noviembre a los pocos días del ascenso cuestionable de Johnson, después de deliberar por tres semanas quién había de suplantar a otro traidor como fue Kevin McCarthy de California, podría haber tenido una gran influencia en su jefe. Se sabe que Fraher durante más de una década ha dirigido campañas que han tenido por meta desprestigiar las políticas de Trump, y antes de Trump, las políticas más nacionalistas.
Los republicanos "MAGA" encabezados por Marjorie Taylor Greene, quien representa el Distrito 14 de Georgia, han pedido abiertamente la renuncia de Mike Johnson.
Sin embargo, el pasado de esta congresista, ha saltado por los aires, en una orquestrada campaña de desprestigio por sus estridentes declaraciones con respecto a las políticas de Biden, y su conexión, entre otras cosas, con las narrativas denominadas “conspiranoicas” de movimientos de ultraderecha como QAnon.
No he sido yo nunca fan de la Congresista Greene, a quien se le conoce por sus iniciales, MGT, tanto en los medios como en las redes.
Sin embargo, está claro, que las respuestas a la infame decisión de Johnson, han dado a conocer que la voz y los mensajes de MGT son la mismísima voz del pueblo americano.
Muy desgraciadamente, con la brillante y valiente excepción de medios independientes, este golpe bajo a nuestra democracia ha tenido muy poca cobertura en los principales medios conservadores. Y los que han hablado de este desafortunado desenlance, como es el caso de la poderosa Cadena Fox, se han pronunciado a favor de Mike Johnson.
Pero para muchos de nosotros que tenemos claro, y mucho, lo que representa que, básicamente, las dos Cámaras del Congreso han pasado al dominio de los Demócratas, vemos con absoluto dolor y profunda decepción que estas medidas cuentan con el apoyo incondicional de Donald Trump.
Los hechos están claros y son muy concretos.
Donald Trump perdió las elecciones del 2020. Los que apuestan por esa posibilidad de que hubo “irregularidades” bien saben que el señor Trump nunca aportó pruebas y fue asesorado por un equipo legal mediocre y dividido.
Los republicanos de su equipo, sus fans, y sus más incondicionales, lo empujaron a tratar de volver al poder, y Trump, cuyo ego aún no sabe aceptar su derrota, vuelve a la contienda obteniendo la victoria en las Primarias.
Pero desde su presunta nominación (la nominación oficial se anuncia este verano en la Convención Republicana) el señor Trump, entre sus multitudinarias apariciones en las Cortes de Georgia o Nueva York, donde está acusado de presuntos delitos fiscales, no ha hecho más que contradecirse.
Tengamos en cuenta, y esto es imprescindible tenerlo en mente, que Donald Trump ya ha gobernado. Fue el Presidente 45 y estuvo de inquilino en la Casa Blanca de Washington, por cuatro años.
Tuvo una gestión complicada, no solo por la tragedia de la pandemia del COVID-19 que arruinó su último año, y pudo haberle costado su reelección, sino porque fue iluso y le costó encontrar un gabinete que probara serle leal. Pero lo que no se puede negar es que llegó a la Casa Blanca limpiamente, con una campaña alejada de toda la retórica política desgastada de antaño.
Trump declaró ser Pro-vida sin condiciones y, ante todo, reclamaba que Estados Unidos se estaba desangrando con políticas y medidas antipatriotas e irresponsables en sus gestiones internacionales. Entre otros logros, pudo deshacer el Acuerdo de París, que destinaba millones de dólares a políticas dudosas sobre el medio ambiente, una fachada para engordar las arcas de los que han creado un mito a partir del supuesto "cambio climático."
Trump tenía una manera admirable de conquistar a líderes como Vladimir Putin, e incluso pisó suelo Norcoreano, una hazaña que jamás había hecho un presidente americano.
El ex-presidente supo ganarse el respeto del Rey de Arabia Saudita y fue, con enorme éxito, el gran gestor y árbitro de los "Acuerdos de Abraham" firmados entre Israel y varias naciones árabes, incluyendo los Emiratos, donde desde entonces llegan vuelos de El Al y se escucha el Hatikva, el himno nacional del estado hebreo.
Pero Trump, en los últimos meses, ha moderado su apoyo a los movimientos antiaborto. Ha amonestado a los judíos que no le votan. Y, ya como una última prueba de sus cambios cara a una segunda legislatura, ha respaldado la gestión de Mike Johnson sin chistar.
Mike Johnson no puede calificarse más que como un verdadero traidor, que ha podido dar a Joe Biden una victoria casi segura. 
Pero también sabemos que Donald Trump, no sólo ha brindado su respaldo a Johnson, sino que en todo momento ha estado en contacto con él para moldear el paquete de ayuda a Ucrania que se ha probado con la mayoría de los votos Demócratas.
El llano y buenote votante republicano que ha elevado a Trump a los altares políticos, aún no siente el punzante dolor de la puñalada que le acaban de dar por la espalda.
La sensatez nos dice que apliquemos la lógica: Mike Johnson es claramente una ficha demócrata puesta a dedo por movidas muy extrañas. Hay que tomar en cuenta que Johnson no fue jamás un postulante serio a la portavocía del congreso. Su ascenso fue, como mínimo, dudoso.
Johnson ha puesto a republicanos ideológicamente liberales en comités y otras posiciones claves, y, como ya hemos explicado está asesorado por personajes que desde siempre han rechazado las políticas "trumpistas."
Johnson ha venido con una agenda y la está cumpliendo.
Estoy segura de que mucha de la información que ha sido dada al Portavoz Johnson, se irá conformando con lujo de detalles en los próximos pocos meses.
Trump apoya la gestión de Mike Johnson. Y con este gesto podría estar traicionando la confianza de sus más acérrimos defensores. 
Todo sea por el poder. Hay que llegar no importa a qué precio.
Señores, es oficial, Donald Trump, se ha graduado Cum Laude de político profesional, populista y demagogo como tantos, o, tal vez, como todos.
Sus ideales pro Estados Unidos y sus principios ya tienen precio y están comprados. No hay otra manera de verlo.
Es un día oscuro para los que hemos depositado nuestra confianza en los principios que pensamos se regían frente al globalismo extremo y el desangramiento moral de nuestra civilización.
Quiero dejar claro que no pretendo cambiar la intención de voto de nadie. Pero me era imprescindible y urgente poder hablar con claridad de lo que podrían ser los últimos días del Partido Republicano que conocemos.
Muchos comentaristas ya predicen el fatídico comienzo de un "Uni Party" (un partido único) donde se fusionan las ideas más anti democráticas para adoptar sin miramientos las agendas de los lobbies de Washington que crean y expanden propaganda, financiada, a su vez, por las empresas más poderosas, ya no sólo de Norteamérica sino del resto del mundo, por supuesto con China a la cabeza.
Quedan 6meses6 para que el destino de Occidente quede sellado para siempre.
Podríamos hacer tantas cosas, pero, lo cierto es que vemos a una gran mayoría de americanos demasiado ignorantes y demasiado desahuciados para resistir y exigir que se nos respete.
Sólo nos queda, a algunos, que no muchos, tomar consciencia de que no estamos siendo escuchados sino manipulados.
El derecho al voto es quizá lo que no nos han podido robar en esta moribunda democracia que está a punto de caer.
En este momento hay más preguntas que respuestas. Sólo existen dos posibilidades, Donald Trump y Joe Biden. Los que pensábamos que Trump cumpliría nuestras expectativas nos vemos en una triste disyuntiva. De alguna manera estamos de luto, porque este cambio de actitud en la integridad de Trump no debe pasar desabercibida.
Por lo momentos yo, personalmente, me he dado de baja del partido Republicano. Ahora soy una votante independiente a quién no pueden comprar consignas políticas. No tengo precio. Mi decisión con respecto a Noviembre está en el aire--por los momentos.
Hay quienes afirman, y no sin razón, que así es la política. Y de hecho tendríamos que hacer una profunda reflexión y un mea culpa puesto nosotros, los ciudadanos, hemos sido conformistas y débiles y muchos habrán de decantarse por el candidato "menos malo."
Ojalá tengamos una mejor consciencia para futuras elecciones. Tenemos mucho que aprender. Sin duda.
Noviembre está a la vuelta de la esquina. Depende de nosotros evitar que los que toman al toro por los cuernos nos condenen al suplicio de banderillas negras. Y peor aún, que nuestra suerte suprema esté echada y veremos la sangre de nuestros héroes de aquellas arenas de 1776 derramada completamente en vano.

Monday, April 15, 2024

Estados Unidos: Faro, Amo, Salvador o Enemigo de Todos?

 


En el extraordinario film de Steven Spielberg, "Munich," que fue estrenado en el 2005, aparece un peculiar personaje que nos va a hacer entender el análisis que haremos hoy sobre el intervencionismo de Occidente, y particularmente, de Estados Unidos, alrededor del mundo, en el último siglo.

En "Munich," el protagonista, Avner, ex agente del Mossad, es contratado junto a otros voluntarios para llevar a cabo los asesinatos, a modo de represalia, de los responsables de la masacre que dejó a los once participantes del equipo olímpico israelí muertos en mano del grupo terrorista "Septiembre Negro" en el verano de 1972, cuando los Juegos Olímpicos tuvieron lugar en suelo alemán.

La operación es financiada por el gobierno israelí, en aquel momento, a manos de Golda Meir, y Avner y su equipo reciben instrucciones de como han de encontrar a los terroristas, ya dispersos y viviendo sus vidas como civiles.

Para lograr su cometido, Avner se asocia con un informante de origen francés llamado Louis. El padre de Louis le coge especial cariño a Avner, y a pesar que tiene en su haber crímenes ligados a su pasado como guerrillero comunista, pareciera que la conexión de Avner y Louis es bastante genuina.

A cambio de una suma de dinero considerable, Louis da a Avner los nombres y la ubicación actual de los asesinos de los atletas.

Uno a uno, Avner y sus compañeros se van "haciendo cargo" de que los terroristas dejen este mundo.

En una escena, Louis confiesa a Avner, que su trabajo lo hace, simultáneamente, amar a todo el mundo y, a la vez, odiar a todo el mundo. Sus sentimientos están siempre encontrados y confusos. La clave, claro está, yace en quién da más por alguna información particular.

En los últimos tiempos de la corta, pero intensa historia de Estados Unidos como una república, se ha discutido insaciablemente la tendencia de la Unión americana a hacer intervencionista.

Esta terminología, primero que nada, debemos simplificarla.

El concepto de intervencionismo es definido como la acción deliberada de un Estado o entidad privada en los designios de otro Estado autónomo u otra entidad privada.

Su uso más generalizado es aplicado a la economía, pero cuando se trata de involucrar a la nación americana, vemos que ha habido sucesos donde Norteamérica ha podido influenciar la política y ha aspirado a controlar el eje de estas naciones extranjeras.

Está más que documentado, por ejemplo, que Estados Unidos tuvo mucho que ver con la instauración en América Latina de dictaduras como la de Augusto Pinochet en Chile o Rafael Trujillo en República Dominicana.

El magnum opus de Gabriel García Márquez, "Cien Años de Soledad," también, de una manera novelada, hace una denuncia de las movidas de Estados Unidos en su natal Colombia, todo ello reflejado en los altos y bajos de la historia de una ciudad ficticia como lo es Macondo.

Estados Unidos sacó cuantiosas ganancias moviendo los hilos, por así decirlo, de gobiernos extranjeros.

De estas maniobras, USA ha recibido a lo largo del tiempo el mote de "imperialista."

Cuando analizamos la situación de Haití, aprendimos que durante casi dos décadas Estados Unidos ancló su presencia en la isla, y, muy lamentablemente, se hizo con las reservas de oro de la nación caribeña.

Sin embargo, no podemos, ojo, culpabilizar, sólo a la presencia americana por la degradación de Haití.

Esta intervención fue únicamente un síntoma de muchos tantos.

Invito a que podamos ver la inmensa hemeroteca que relata la necesidad constante de Estados Unidos de ser una especie de "influencer universal."

En los años en que Estados Unidos, y quizá con menos peso, otros países occidentales, han querido colocar sus piezas de ajedrez en tableros extranjeros, han habido tanto aciertos como calamidades. Los argumentos hacia lo uno, como hacia lo contrario, son todos, absolutamente respetables y aceptables.

Quizá lo cuestionable es la doble vara moral con la que Estados Unidos, en quien centraremos esta discusión, ha actuado.

De aquí que es tan importante, hacer la comparación con el mercenario Louis, que baila al son que le toquen. Como se dice vulgarmente, "por la plata baila el mono."

Con la llegada de internet y la proliferación de medios digitales, y, por encima de todo, las redes sociales, nuestras páginas de historia, se han visto, en tiempos recientes, podríamos decir, re-escritas o quizá, más bien, aclaradas, porque han salido a la luz evidencia de las estrategias de las potencias mundiales, sean los Estados Unidos, Rusia, y, por supuesto, China, empleadas para ese intervencionismo, o, incluso total control sobre los designios de otros países.

El caso de China, es más que obvio, y merece su propio análisis exhaustivo. Pero para los que nos compete en este momento, China "le ha declarado la guerra a Occidente" y su modus operandi no conoce límites ni moral. Aparte de eso, sus recursos son aparentemente infinitos.

China es un "Louis" a su máxima potencia.

Volviendo a Estados Unidos, sabemos que, por desgracia, la nación americana, ha actuado tan aberrantemente en el pasado, como podría estarlo haciendo hoy por hoy China.

Dos ejemplos:

Es público y notorio que el gobierno americano hizo negocios millonarios con el Tercer Reich. Hasta la Alemania nazi llegaron la firma de automóviles Ford (Henry Ford era admirador pasional de Adolfo Hitler) y hasta la Coca Cola.

Alegadamente, y esto es macabro sin lugar a duda, los rieles que llegaban a las puertas de Auschwitz eran de fabricación americana.

Cada vez hay más evidencia, aunque no ha salido nada a la luz de manera oficial, que el terrible ataque de Las Torres Gemelas, conocidos como el 11S, en el 2001, pudo haber sido provocado para cambiar la opinión pública y, así, Estados Unidos, poder invadir Afganistán.

Pero así como la economía americana, que venía de sufrir la Gran Depresión, se pudo levantar gracias, entre otras cosas, a las negociaciones de Norteamérica con el gobierno genocida de Hitler, el 6 de Junio de 1944, las tropas americanas llegaron a las costas de Normandía para aniquilar a su enemigo acérrimo con el que hasta entonces había compartido una coca cola.

Así de simple y sencillo.

Si Estados Unidos pudiese contestar a qué se debía su nueva conducta, podría responder con la típica frase "business is business" (un negocio es un negocio) o, tal vez, como diría Pedro Sánchez, actual Presidente del Gobierno de España: "cambié de opinión."

Nos vamos entendiendo?

La batalla cultural, estas cruzadas imprescindibles para el rescate de los valores intrínsecos de nuestra civilización, las naciones occidentales, y muy en especial Estados Unidos, ha hecho que este último se haya replanteado su política exterior.

El gobierno del ex mandatario, y actual, candidato republicano Donald Trump, empezó a crear una nueva consciencia, donde la nación americana debía adoptar una postura de aislamiento, defendida por sus seguidores, bajo el eslogan "America First" (América Primero)

Pero muy desgraciadamente, los seguidores más fanáticos del movimiento Trumpista, muchos de ellos nostálgicos de la era nacionalista que prosperó en Estados Unidos en los años 40s, no han podido ni explicar ni moldear con políticas o con información acertada las tendencias, llamemos, globalistas de las que ha vivido la Unión Americana por cien años o más.

Más que políticos o analistas son activistas tremendistas, bastante, en mi opinión, irresponsables. Si bien hay mucho que aplaudir del esfuerzo hacia una nueva consciencia como país, es un proceso muy lento que hay que dirigir con tino y mucha puntería.

Otro punto a valorar, es que después de décadas enteras con sus días y sus noches, de que el mundo ve a Estados Unidos como el faro de Occidente, ya hay generaciones que esperan que Estados Unidos "actúe" frente a un conflicto geo político. Se espera y se exige, incluso.

Vamos a dar dos muy buenos ejemplos...

El primero es el clamor multitudinario de muchísimos venezolanos dentro y fuera de su país, para que el gobierno de Trump "hiciera algo" para aliviar y salvar a Venezuela de Nicolás Maduro y sus secuaces dictatoriales.

Trump, al principio, se vio bastante motivado para actuar en favor de Venezuela, aupado por muchos congresistas como Marco Rubio, que se ha tomado la situación de Venezuela como un asunto personal.

Al tiempo, las insinuaciones de Trump se enfriaron. Luego con Biden y su conocida y notoria ineptitud, se han vuelto a crear, por un lado, nexos petroleros muy gratificantes económicamente, y por otro, una velada condena a las cuantiosas violaciones de derechos humanos por parte del régimen chavista.

El segundo ejemplo del que ya hemos hablado y seguiremos hablando en futuros análisis, es Israel. Estados Unidos, desde el primer día, ha querido influenciar las decisiones de Benjamín Netanyahu y su gabinete. Israel, francamente, se ha mostrado vergonzosamente vasallo frente a las exigencias de personajes tan deplorables como Antony Blinken, actual Secretario de Estado.

Pero aquellos que han tomado partido por salvaguardar los intereses de Gaza, claman a Biden que por favor intervenga y acabe con la guerra.

Estados Unidos está dividida más que nunca en opiniones. Y una vez más tiene sus sentimientos confundidos como el informante del film "Munich." Sabemos que Estados Unidos ha hecho inversiones billonarias tanto en Israel, un aliado orgánico y fiel, pero también le ha llenado las arcas de dólares y uranio a Irán, enemigo sin cuartel del estado judío.

Lamentablemente, esta incongruencia de los Estados Unidos está siendo amplificada por la repercusión que dan a todo las redes sociales, al igual que lo complicado que es para Estados Unidos actuar objetivamente en un año electoral tan crucial como el 2024.

Luego hay un tercer factor, importante a tomar en cuenta en esta transición hacia una política nacionalista y de aislamiento: el negocio de la defensa.

Los congresistas están bajo muchísima presión de parte de estados donde la producción de armamento de guerra o incluso nuclear constituye un peso pesado en la economía local.

Lockheed Martin, por nombrar, quizá la empresa de defensa y armamento más conocida, está localizada en el estado de Maryland, muy cerca de la capital americana. 

Lockheed Martin recaudó ganancias que superan los $18 billones de dólares sólo en el 2023.

Y no solo está la presión de estas empresas en los congresistas para que apoyen iniciativas de guerra, que por supuesto, sino que los propios políticos y sus allegados también están ensanchando sus arcas con las ganancias de tener conflictos bélicos activos.

Para ser justos, los anti intervencionismo, por darles un nombre, tienen razón cuando cuestionan la irresponsable política exterior donde, se le ha dado, al gobierno de Zelensky, en Ucrania una cifra tan exorbitante como son aproximadamente $100 billones.

Este dinero sale de los impuestos que todos los americanos pagamos sin chistar. Es inconcebible que hasta la fecha no conozcamos para que Zelensky está utilizando este dinero. Las respuestas, hasta ahora, hielan la sangre, y, esperemos que haya evidencias en un futuro cercano para sacar a la luz lo que estaría haciendo Ucrania con el dinero de los Estados Unidos. Un conflicto en el que se mezclan la intriga, el soborno, y parece todo una saga de Netflix o un bestseller de Irving Wallace.

Sin embargo, y por encima de todo, tenemos que tomar en cuenta el factor humano en estos cambios tan bruscos de los que quiere participar Estados Unidos.

Nosotros no debemos ser China. Nosotros tenemos que actuar con infinita cautela y con mucha integridad. Estemos todos de acuerdo en ello, por favor.

La población de Occidente, y muy acentuadamente la población de Estados Unidos, está desahuciada, sensibilizada, y es, por desgracia, penosamente ignorante cuando no indiferente.

Los movimientos nacionalistas son, en sus nuevas versiones, agresivos y viscerales. Los que los vemos aparecer en países como Estados Unidos, o del otro lado del Atlántico, como podría ser el caso de España o Alemania, estamos mortificados. 

Muy triste es ver como trombas fachistas vuelven a caminar suelo europeo como si fuera una postal antigua que encontramos en un museo.

Dicho todo esto, y para concluir, ¿qué debemos hacer?

Como en tanto, o tal vez, como en todo, debemos encontrar un sano y efectivo equilibrio.

Dudo que estas nuevas corrientes nacionalistas tengan mucha más vida, una vez que la influencia de Trump se vaya desvaneciendo en el tiempo. La mayoría de conservadores cuestionamos la irresponsabilidad y la violencia con que se nos quiere imponer un nacionalismo con tintes ultraderechistas.

Por otro lado, si queremos tener una democracia como Dios manda, vuelvo y repito, y lo haré las veces que haga falta, tenemos que educar a nuestra población. El gran problema es que nuestros líderes han mostrado ser mediocres y moralmente corruptos. Los votantes nos vemos en la penosa situación de escoger "al menos malo."

Luego existen los personajes siniestros que abiertamente irrumpen en las redes y los medios para exigir que un gobierno extranjero, electo democráticamente, se aparte del poder. Esto es imperdonable lo haga Estados Unidos o cualquier nación contra otro suelo igual de soberano.

Por otra parte, y a esto sí que hay que darle oxígeno, hay que saber desinflar el poderío de naciones como China o como Irán, y me refiero a los líderes iraníes, porque la población es pacifista y en su mayoría desaprueban con ferocidad los designios de sus cabecillas teocráticos.

Como dijo Trump, también con acierto, a lo largo de su mandato, Estados Unidos no puede ser el único miembro responsable y fiable de los tratados internacionales y de organismos como Las Naciones Unidas. Todos los miembros deben de cumplir con sus obligaciones. De esta manera Estados Unidos tomaría decisiones que benefician a su gente y a sus aliados por igual.

El complicado camino de Estados Unidos y de Occidente a encontrar su norte, o reencontrarlo, si así se quiere, requerirá de mucho tiempo y de una paciencia que debemos estar dispuestos a tener.

Las consecuencias de una filosofía militarista o intervencionista, ya se han predicho con anterioridad. El General Dwight Eisenhower, héroe de la Segunda Guerra Mundial, y el 34to Presidente de Estados Unidos, ya advertía de la creciente y pujante fuerza militar de la nación americana y la posible corrupción de la política a raíz de ello. Eso se ha cumplido, por desgracia, a rajatabla.

Camino hacia esa reconciliación entre el pasado y el futuro de nuestras políticas, me quedo con una frase del General Eisenhower, que lleva en su seno sabiduría y gloria:

"No podemos enriquecernos como nación mientras empobrecemos al espíritu humano."

 


Sunday, April 7, 2024

La Farándula: Crónica de una Rosa Espinada


En 1865, a sus 33 años, un polifacético matemático y lógico británico llamado Charles Lutwidge Dodgson, decidió escribir su obra magna. Para su novela, Charles utiliza un seudónimo con el que sería reconocido hasta nuestros días: Lewis Carroll.

De manos del fantástico cerebro de Carroll nace "Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas."

Tan increíble clásico nos ha heredado un legado de personajes originales inolvidables. Entre ellos recordamos al Conejo Blanco, La Reina de Corazones, El Gusano Azul. Y, por supuesto, El Gato de Cheshire.

El Gato de Cheshire tiene por nombre el pueblo del cual era originario su autor, Charles (a quien haremos mención utilizando su reconocido seudónimo, Lewis Carroll)

El felino de la historia de Alicia, como cada uno de los caracteres de la novela, es mágico. Tiene una perenne sonrisa de oreja a oreja y habla como un filósofo. Su intelecto de alta alcurnia es capaz de aparecer frente a la niña Alicia para animarla, mientras esta ha de lidiar con La Reina de Corazones, la villana del relato.

Con frases tan épicas como su risa, el también conocido como "El Gato Risón," es un personaje secundario que bien podría pasar como un verdadero protagonista.

Pero no todo lo que dice está claro. No quiere éste que lo esté, dejando casi siempre a Alicia perpleja con sus frases elegantes, pero ambiguas.

Como ha sucedido con tantas historias clásicas en el último siglo, quién mejor que Walt Disney para adaptar "Alicia en el País de las Maravillas" en una de sus cintas favoritas.

Y así en 1951, llega a la pantalla la versión de las aventuras de Alicia en su versión más vivaz y más popular.

En dicha adaptación, nuestro gato sonriente aparece envuelto en un estridente, pero espectacular pelaje rosa.

De acuerdo con el diario español "La Vanguardia," en un artículo publicado en Mayo del 2022, en sicología: "El rosa es un color que tiende a alejar las preocupaciones y que acompaña con suavidad. También son tonos asociados a la creatividad. También está asociado a la coquetería y utilizado con frecuencia por las personas más presumidas, porque se asocia con la belleza."

Si asumimos que el rosa es la Venus de una paleta de colores, no nos ha de extrañar que existan motivos de sobra para que todo lo rosa o rosado, salte a la vista como algo hermoso, gratificante, exótico e hipnotizante.

El mundo de la muñeca Barbie es absolutamente un volcán de lava rosada, aun en la esperpéntica versión cinematográfica que ha visto la luz en el 2023.

Los diamantes rosados han adquirido una visibilidad impresionante gracias a la joya que regaló Ben Affleck a su prometida Jennifer López en el 2002 (la pareja actualmente está casada y la señora Affleck ahora lleva en su anular un diamante verde agua)

Y como no agregar a este universo rosa, a un puma simpático y cuasi mudo, cuyas cintas llenas de humor nos han deleitado a múltiples generaciones, a pesar de que ya la Pantera Rosa ha cumplido 61 años en el aire.

Las frases del de Cheshire, y su sonrisa y sus apariciones un tanto rimbombantes en las hazañas de la pequeña Alicia, son más impresionantes si las vestimos de color rosa...

Así pues, ¿por qué no habríamos de disfrazar al periodismo de color rosa?

La palabra "farándula" tiene un origen etimológico del alemán. La palabra "fahrender" significa vagabundo. Y qué tienen que ver los vagabundos con la farándula. ¡Pues hoy en día, lectores míos, pues todo! Pero ya llegaremos a este punto.

La farándula en sus principios iba siempre detrás de la historias de los artistas nómadas que hacían sus actos en diferentes teatros. De a poco, estas tropas de entretenimiento fueron adquiriendo más interés y así, pues, quería saberse más de los protagonistas.

La inclusión de crónicas periodísticas con la temática del afamado y codiciado "showbiz" ya tienen publicándose desde 1916 en la ciudad de Nueva York. Su cuna, como es de esperarse, fue Broadway.

Las publicaciones sobre farándula y espectáculos fueron apareciendo por doquier resultando en un negocio billonario.

Para darles un ejemplo, la revista People generó más de $3.1 billones solamente en el 2023. Los ingresos de la revista HOLA en España sobrepasaron los 60,000 millones de euros el año pasado.

Es importantísimo quedarnos con estas cifras para el análisis que nos compete hacer…

Como periodista y como consumidora, la prensa del corazón ha sido de mis favoritas en las últimas cuatro décadas. No es algo de lo que tenga que avergonzarme, porque pertenezco a un muy reducido grupo de lectores y usuarios, que no deja de verla como una rama entretenida del amplio y desordenado laberinto que es hoy por hoy la comunicación de y para las masas.

Pero como recrea Lewis Carroll en su mundo menos que maravilloso, la prensa rosa ha resultado ser un agujero interminable de mentiras, de manipulación constante y de una censura asfixiante.

Incluso, y por qué no, aunque esta frase parezca más bien a lugar común, la crónica rosa es un gigantesco caballo de Troya. Y, sí, lo hemos dejado entrar a nuestro psique, a nuestras redes, a nuestra paz. Y ahora hay nuevas generaciones que no han podido salirse de sus fauces con apariencia de algodón de azúcar.

Como ya hemos repetido en otros análisis, nuestro interés y curiosidad por los íconos de cine y los cantantes de moda, no es nuevo. Quizá lo que nos ha pasado en estas últimas tres décadas es que hay un estridente amplificador para el periodismo de farándula: el internet, y, por consecuencia, las redes sociales.

Por desgracia, estos elementos también han creado un abominable abanico de personajes de terror sobre- sexualizados a los que se les ha hecho una plataforma.

Otra amenaza es la llegada de figuras sórdidas y controversiales a las testas coronadas de Europa y sus herederos. 

Podría yo comentarles cientos de noticias de actualidad que ilustran esta nueva realidad, que lejos de ser rosas, más bien cuadran con una prensa amarillista.

Clarísimo está que ni en la realeza ni en Hollywood, todo lo que brilla es oro. Al contrario, la triste realidad de estos escenarios de glamour son minas de carbón. Por doquier vamos viendo la cantidad de demoníacos Hades que reinan a sus anchas en el inframundo del espectáculo y de la realeza.

Pero estos insaciables y despóticos dioses que comandan nuestra atención y nos sonríen hasta el cansancio, son manejados por quienes han querido crear una feria atractiva para almas débiles.

Los verdaderos protagonistas de la prensa del corazón, no son los artistas que sonríen y nos muestran un modelito de alta costura en la alfombra roja.

Los verdaderos protagonistas son los medios de comunicación que se han vuelto agresivos mercenarios de agendas ideológicas y que necesitan alimentarse como vampiros del genuino interés que suscitan las tan mal ponderadas celebridades.

Con más sombras que rosas, se erigen por día docenas de reinas de corazones. La fórmula, hasta ahora, parecía prácticamente infalible.

Las mujeres han sido protagonistas quizá con más visibilidad que los hombres. De hecho, el hombre se ha convertido, en muchos casos, en el trampolín o el adorno de la Cenicienta que llega al palacio vestida con zapatillas de cristal y vestiditos de princesa.

En ese idílico momento en que se topan las miradas del príncipe y su doncella, la maquinaria que mueve los hilos de la prensa rosa, se enciende a todo vapor para crearnos un paraíso elitesco, donde no sólo hay una costosísima boda por todo lo alto, sino que vamos siguiendo fieles las apariciones casi celestiales de los flamantes esposos. Los tocados de la princesa, cada uno más espectacular, nos hacen recrear nuestros inocentes sueños infantiles.

Pero, horror! Veinte años han pasado desde el cuento de hadas, y de pronto descubrimos que la susodicha princesa, ahora reina, es poco más que una cortesana que firmó un contrato con el ahora rey para llevar a cabo un plan de vida, mientras todo este tiempo convivió con un amante. Que la madre abnegada simplemente fue un vientre de alquiler para que naciera una heredera. 

Todo ha sido un auténtico fraude.

Este ejemplo no es un ejemplo aislado sacado de la nada para ilustrarles un análisis. No. Esto que acabo de escribir es la vida de la actual reina de España. Y no digo alegadamente. Para prueba me remito a los libros recientemente publicados de periodistas de renombre como Jaime Peñafiel y Joaquín Abad. Allí podrán encontrar los detalles--y las pruebas.

Y así podría dar docenas de ejemplos. Tristemente, si hay algo que abundan son los ejemplos y las crónicas de desamor y de falacias reales.

Pero lo interesante aquí no son las historias per se. Es el cómo hemos podido dar fe de que nos han estado manipulando y cómo se han ido moldeando los acontecimientos.

Lo fascinante es ver como caen como moscas todos estos grandes mogules de la comunicación frente a nuestros ojos. Y como mueren sin perder su sonrisa.

Lo impresionante es ver que nuestra frustración se ha vuelto insaciable.

Lo ridículo es ver que, por no perder ni un céntimo de sus codiciados millones, los medios no renuncian a sus artimañas a pesar de que vemos que el emperador está desnudo.

Lo importante es tener consciencia que no hay vuelta atrás.

Desde sus orígenes, las actrices (y muchos actores) estuvieron muy ligadas al mundo de la prostitución. Para conseguir ser patrocinadas o conseguir buenos guiones, no han faltado quienes han dado favores sexuales a cambio.

Si bien no todos los actores han caído tan bajo, no nos debe extrañar que hay un gran porcentaje que ha sabido prostituirse, si no con sexo, con silencio. Con complicidad. Con promesas. Con mentiras. 

Los patrocinios y las películas y los contratos no paran para quienes están dispuestos a pagar el precio.

Básicamente el mundo de la prensa rosa es un círculo vicioso, donde se van engarzando piezas, una codependiente de la otra, ad infinitum.

¿De quién si no se alimentan las revistas del corazón? ¡De la publicidad, claro está!

¿Quién si no las empresas y sus eslóganes y sus consignas y sus prolíficas agendas para empapelarnos de rosa nuestro ocio?

¿Quién si no hace que un artista tenga la popularidad y los millones de seguidores en sus redes? ¡Las revistas o los medios digitales, claro está!

¿Nos vamos entendiendo?

¿Cuál ha sido, y debe seguir siendo el antídoto para detener a este meteorito que no desea más que convertir a nuestra civilización en una especie de extinción?

La respuesta es contundente y unánime: los medios independientes. Punto.

Hábiles y arrojados comunicadores de todas las edades, se han atrevido a desmontar el circo de la crónica rosa, desvelando así, un nido de corrupción tras bambalinas que no han dejado indiferente a nadie. Como Dios manda. Un aplauso.

Sin embargo, lejos estamos de cantar victoria, pues el aparato mediático y sus tentáculos traga monedas, bien que saben que hay un océano de lectores y consumidores que han sido emocional y moralmente desahuciados y que buscan con ansia esos espejuelos que les han de mostrar, aunque sea por un instante, una realidad coloreada de rosa.

Pero el aprecio a la estética que acompaña a la prensa rosa, es solo un barniz donde se juegan el puesto numerosos periodistas que, desde un primer momento, son amordazados para seguir una narrativa impuesta por los que controlan las arcas--y las agendas.

La prensa independiente no tiene un precio. Se dedica a la comunicación por al amor al arte y sus fuentes de ingresos resultan ser usuarios que van donando pequeñísimas cantidades a los creadores de contenido. 

La verdad se va colando entre los canales de YouTube, que van siendo sintonizados por los que no queremos seguir consumiendo las mentiras de los medios convencionales.

El camino que han tomado estos pequeños voceros de la verdad es muy arduo porque a menudo la oligarquía de quienes operan a YouTube es implacable. Es por eso que los usuarios huyen de decir ciertas palabras como "suicidio" o "violación" y se ponen creativos. Pero no callan. Persisten. Arriesgan. Investigan y tienen una ética impagable.

Una vez más, como en tantos otros aspectos para salvaguardar nuestra integridad y nuestra existencia, el poder vuelve a ser nuestro. 

A estos reyes y artistas de pacotilla se les sigue aplaudiendo, porque suena bonito y nos distrae de la pesada rutina en la que nos quieren seguir hundiendo.

Pero muchos que ya hemos despertado y hemos aprendido a ver propaganda entre líneas en política, igualmente reconocemos a leguas el populismo, y estamos cada vez más preparados para saber que entre una página y otra de papel cuché, hay no una...sino miles de maneras de hacernos caer como Alicia en una trampa...color de rosa!

Frente al ego del engaño de quienes se erigen como un alivio y son lobos vestidos de oveja, hemos de mirarlos con desdén, y como dijo el Gato de Cheshire con exquisita elegancia y sin perder la sonrisa:

"Ni tú eres para tanto...ni yo para tan poco..."

Monday, April 1, 2024

Haití: Decadencia sin Esperanza o una Profecía para Occidente?

Crédito: Odelyn Joseph/AP

Qué es Haití, si no un "adagio sostenuto" de miseria y desesperanza, despojos y urgencia. Tal vez, Haití es la tristeza apocalíptica de tiempos que históricamente se marcharon para no volver.

Seamos francos, ¿por dónde se ha de empezar a definir a Haití y sus constantes y sonantes dramas?

Haití, alguna vez, aunque parezca imposible, fue considerada una joya del Caribe. Fue un centro fascinante de cultura folklórica negra. Tanto así que en 1937, la reconocida escritora Zora Neale Hurston, originaria de Alabama, al sur de Estados Unidos, pasó una temporada en Haití tomando apuntes sobre el legado antropológico y religioso que se había creado en estas laderas y que sirvió de inspiración para sus novelas, muchas de ellas clásicos del movimiento literario y artístico conocido como el "Harlem Renaissance" (Renacimiento de Harlem) que catapultó el todavía impagable legado de escritores y artistas afroamericanos.

Un recorrido histórico por Haití es un relato desgarrador y terrorífico, manchado de sangre. Un "pudo haber sido y no fue." Un destino que aparentemente ya ha sellado su suerte, y sólo puede hablarse de muerte y zombies inertes, espiritual y emocionalmente hablando.

Cristóbal Colón llega a Haití en 1492 y bautiza a esta isla "La Española" en nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, y de Isabel y Fernando. Así pues, "La Española" sería parte del hasta entonces incipiente imperio español.

"La Española" no era ni remotamente una isla virgen. Ya por milenios se conocía que los indios Taínos habían habitado esas tierras y la llamaron "Haiti" o "Hayti" que significa "Tierra de altas montañas" en su lenguaje nativo.

El primer abandono de la isla lo hicieron los propios colonos españoles, que fueron dejando a "La Española" de lado, hasta que empezaron a llegar bucaneros de origen francés, que vieron en la isla tierra fértil para el cultivo, primordialmente de tabaco.

Finalmente, en 1697, con el llamado "Tratado de Ryswick" la isla queda en manos de los que serían sus nuevos amos, Francia.

Nuevo amo, nuevo nombre, y, así pues, "La Española" es rebautizada como "Santo Domingo."

Inspirados por la Revolución Francesa, su madre patria, en 1791, se inicia una acalorada y violenta revuelta que culmina con la independencia de Haití en 1804.

...Pero a qué precio...

Los franceses accedieron a dejar la isla, pero cobraron por ella. Sin oro no hay paraíso. 

A partir de aquí Haití es una musaraña de luchas, masacres, reconquistas, emperadores y reyes desquiciados, y numerosos factores de poder hasta la invasión de Estados Unidos en 1915.

Si bien hubo una tregua y se vivieron años más tranquilos, la intervención militar de EEUU estuvo lejos de ser una panacea.

Por casi dos décadas, hasta 1934, la nación americana controló los designios de Haití contribuyendo, alegadamente, en el robo casi absoluto de sus reservas de oro. Con la excusa de cuidar y preservar dichas reservas, Estados Unidos vació las arcas y hasta el Sol de hoy, ese oro nunca más volvió a sus tierras de origen.

El siglo XX, hasta bien entrada la década de los 80s, la isla estuvo en manos de la "dinastía" de los Duvalier, primero el padre, François Duvalier, conocido como "Papa Doc" y luego Jean Claude Duvalier, conocido entre los suyos como "Baby Doc."

El legado de los Duvaliers fue pobreza extrema, olas de crímenes exorbitantes y un sistema político resquebrajado.

Las altas montañas que dieron su nombre a la isla, resultaron ser volcanes activos que no han dejado de acarrear problemas. Y, como si fuera poco, Haití está cruzada por una zona de fallas, lo cual la ha hecho vulnerable a terremotos demoledores como fue el del 2010.

Con una fuerza de 7 Mwg en la escala de Richter, las muertes por culpa de este terremoto se cuentan entre las 100,000 y las 300,000 personas.

Pero como era de esperarse, y de esto todos tenemos memoria, la trágica estampa de un Haití desbastado fue aprovechada por sinvergüenzas que llegaron a la isla a hacerse fotos con los refugiados y hacer falsa filantropía, como fue el caso del controversial actor Sean Penn que aparecía con un rifle en un bote como si estuviese filmando escenas de "Indiana Jones."

Haití ha sufrido en su historia 32 golpes de estado. 

Técnicamente hablando Haití está constituida gubernamentalmente como una república semi-presidencial. La sede del gobierno está en Puerto Príncipe, la capital, obviamente.

Pero esta constitución de gobierno, en estos momentos, es casi inexistente. Al último presidente, Jovenel Moïse (pronunciado moaz) lo asesinaron en el 2021.

Actualmente hay un Primer ministro que está amordazado por los comandos armados del G9, liderados por un ex policía, Jimmy Chérizier, conocido ampliamente como Barbecue, por la afición que su familia tenía por las comidas a la barbacoa.

Pero Barbecue es un asesino convicto y confeso que ha convertido las calles de Haití en barricadas donde abunda la hambruna y el desespero. Y los sonidos de ametralladoras y de amenazas.

Lo poco que podría quedar de la vieja guardia política de Haití obedece a los ladridos de un Jimmy Barbecue que, si la historia vuelve a repetirse, será muy prontamente reemplazado por otro líder, y no de buenas maneras ni pidiendo permiso.

El reino de las calles se lo disputan el silencio sigiloso que precede a asesinatos que dejan cuerpos tirados al sol, y la incertidumbre. Pocos hay que no vayan armados hasta los dientes.

Muchos países ya se han movilizado para recoger a sus residentes, turistas y los misioneros. Haití es lo que llamamos vulgarmente un "territorio comanche."

Por supuesto, que como ya lo hizo Sean Penn, no hay quien no quiera llamar la atención y tratar de figurar en medio de esta tragedia humanitaria.

Ya hemos podido escuchar a Nayib Bukele, con ínfulas de nuevo emperador, decir que él tiene la solución para Haití. Como supo, supuestamente (porque lo de Bukele es como lo diría La Lupe, puro teatro) controlar a las maras, también puede mermar las aguas efervescentes de Puerto Príncipe.

Pero eso sí, dice Bukele, quién va a pagar tal hazaña. Con el debido respeto, este señor tiene pinta de ser poco menos que un mercenario con buena pinta.

No se han visto voluntarios desde que Bukele intentó hacerse el héroe.

Con Jimmy Barbecue no se juega, pero seguro que sí que se negocia.

La diáspora haitiana es vasta. En Estados Unidos viven cientos de miles de haitianos. Yo he trabajado con ellos.

Hay una especie de "monopolio" en la industria del turismo y el mundo de la hotelería, donde los haitianos se alzan como los máximos exponentes del personal de mantenimiento y limpieza.

Es común en estos ambientes, escuchar el Creole, salpicado de francés, un idioma francamente simpático y contagioso.

Pero la diáspora no quiere hablar de lo que sucede en su antigua patria. Les da pena. Piensan que no tienen autoridad moral porque se han ido.

Razón no les falta. Pero poco más pueden hacer.

A Haití la han abandonado todos menos Dios.

Y esto es un punto importante, porque de a poco tenemos que ir girando la historia para saber por qué esta perla del caribe ahora es una desafortunada tierra de escombros?

¿A quién responsabilizar?

Berbecue es un síntoma. Barbecue es más que un efecto, una causa.

¿Qué sucede con el Haitiano?

Para empezar a hablar de este tema, quisiera contarles una anécdota muy interesante, que nos puede dar algunas claves...

En las décadas precursoras a las redes sociales y a YouTube, todos fuimos ávidos receptores y lectores de los llamados "PowerPoints." ¿Se acuerdan?

Eran láminas muy bien diseñadas con Microsoft Power Point que contaban historias y tenían ilustraciones con mensajes interesantes, tal cual como hoy en día encontramos en los canales de YouTube.

Uno de estos "PowerPoints" que se hicieron "virales" por así decirlo hablaba de la situación tan precaria de Haití, con un particular enfoque.

Espiritualmente hablando, y como era de esperarse, la religión oficial de Haití es el Catolicismo, seguido por el Protestantismo.

Sin embargo, como ya se apuntaba en estas láminas ilustradas en los años 90s, ha habido un incremento muy considerable en las prácticas de la religión Vodou o Vodoo.

Originalmente del Africa Occidental, el Vodou tiene rituales donde se entremezclan las creencias del catolicismo con simbolismo africano. Es mayoritariamente politeísta, pero con tintes oscuros para los que no podríamos entender su finalidad y sus prácticas.

El Vodou se instaló en Haití en el siglo XVI, y no se ha ido desde entonces.

Hoy en día, y como bien explicaba el documento de PowerPoint, es esta constante y espesa tiniebla del Vodou que quizá ha sumido a Haití en su situación paupérrima. Si bien, el Vodou no es carente de divinidades para el que lo practica, es más que obvio, que no es una religión de orígenes limpios, sino más bien grotescos.

En Haití los sacerdotes y sacerdotisas que inician a la población en espectáculos un tanto extravagantes, ya no se esconden.

Como mencioné al principio, la escritora Neale Hurst, fue testigo de estos rituales durante su época de estudiante, y es común ver el Vodou y el Hodou, una fuerte corriente y variante del Vodou, practicándose abiertamente en los estados del sur con altos grados de poblaciones afro caribeñas.

Los detractores de la idea que el Vodou podría haber influenciado en la decadencia de Haití, tampoco pueden negar que el uso de las religiones convencionales, o quizá el abuso de ellas, hayan sumido a la población en un letargo, que, acompañado de la constante represión de dictadores y de empobrecimiento crónico, han convertido al haitiano en un ser mermado y moldeable.

Pero he aquí algo muy interesante...

El deterioro de Haití, su caída en los valles del oscurantismo, la mentalidad controlable y ampliamente ignorante del ciudadano de a pie, no es, ni remotamente, autóctona de esta isla venida a menos.

Veamos, objetivamente, que Haití no es una casualidad. 

Señores, tengamos cuidado porque Haití puede ser una profecía muy clara de lo que le espera a Occidente por el camino que vamos. Y no necesitamos ser videntes para darnos cuenta de ello.

Bukele con sus ansias de poder que ya traspasan las fronteras de El Salvador, actúa, no con menos furor que los bucaneros franceses que se apoderaron del control de la isla en siglos pasados.

Un Joe Biden, sinceramente, no es poco menos que un Jimmy Barbecue con paltó y demencia senil.

La falsa filantropía de Hollywood ya ha hecho caja con Haití...

Si quisiéramos creer que Haití le cerró las puertas a Dios para abrazar el Vodou, pues poco falta para que Occidente entero haga lo propio con un feroz agnosticismo y unas agendas ideológicas que buscan dinamitar nuestros valores judeo-cristianos.

No vayamos más lejos.

Este año, el día de Pascua, para los Católicos y cristianos practicantes, uno de los días más sagrados de su calendario, fue eclipsado por un decreto de la Casa Blanca en Washington, firmado por el presidente Biden, donde, el 31 de Marzo, aun con la celebración de "Easter," como se conoce al Domingo de Resurrección en Estados Unidos, se debía celebrar el orgullo de la visibilidad de los transexuales.

Tan aberrante fue esta medida que no faltaron transexuales que pusieron el grito en el cielo--nunca mejor dicho.

Cada vez se cuentan en mayor número los famosos que practican el satanismo. Hay un fuerte rumor que la actriz y bailarina Jennifer López podría ser santera, y de las de alto rango.

Estamos en el umbral para recibir bocanadas de verdades que estuvieron ocultas o disfrazadas.

En Haití el medio de comunicación predilecto del pueblo es el chisme y el rumor. No es broma.

Han tenido que desmentir que el mentado Barbecue es caníbal, por poner un ejemplo.

En Occidente los medios de comunicación están en manos de empresas ideologizadas, que controlan la narrativa y echan la leña necesaria para que ardan la censura y las "fake news."

Vuelvo y repito, dónde están las diferencias con Haití?

Aparte de la geografía, el número superlativo en sus respectivos censos, qué hay en Haití que no lo veamos amplificado en Estados Unidos o en Europa?

La antigua diáspora haitiana llegó a Estados Unidos, por ejemplo, para trabajar en lo que le gustaba y en lo que se ve que saben hacer mejor que muchos.

Pero la neo-diáspora, esta desmedida inmigración ilegal que nos llega gracias a las políticas de los Demócratas, son Barbecues en ciernes.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, acaba, hace pocas semanas, de interceptar en aguas territoriales, a una patera con 25 haitianos armados con bombas y rifles y hasta equipo sofisticado para la visibilidad nocturna.

Florida les impidió el paso. Pero las fronteras de varios estados están abiertas de par en par. Si no fueron aquellos, serán otros.

Haití me queda claro, que es una advertencia. Una señal.

En la vida HaShem, en su infinita sabiduría, nos deja claro, entre vivencias y experiencias, que el norte, nuestro norte, es inamovible.

Nuestro propósito nos llama sin cesar y sin miedo a quedarse afónico, porque nuestra felicidad y nuestra paz depende de ello.

Pero también hay momentos, circunstancias que nos han de servir para medir si, por un lado, estamos en el camino correcto. Y, aun si vamos bien, saber cuál es nuestra meta. Podríamos estar en la senda adecuada, pero con una neblina que nos ciega profundamante.

Descubrir que vamos bien encaminados es imprescindible. Difuminar la neblina, por otro lado, se ha hecho tarea más que complicada.

Haití, el tan mal ponderado, país más pobre del mundo, y apenas el cuarto, en cuanto a la peor situación política, es, y debe seguir poniéndonos en las manos una brújula.

¿Es Haití el norte de nuestra civilización?

La resolución de Haití no está en manos del Vodou o de Barbecue o de alguna "mostaza dijon" que quiera amedrentar, amenazar o asesinar a diestra y siniestra.

Como no sea para seguir explotando o expoliando lo poco que pueda haber en las ciudades como Puerto Príncipe, occidente no tiene mucho interés en las tierras de altas montañas.

La resolución de Haití está en las manos de los haitianos, los poquitos que quedan con las manos limpias, que arropados con un escudo divino y una educación seguramente adquirida en otras tierras, quieran ponerse al mando para reconstruir el sistema político.

Hay quienes elevan sus súplicas para que vuelva el intervencionismo.

Este tema lo analizaremos próximamente.

Y sí, debe haber un regreso al intervencionismo, el de Dios. El del estudio de los planos que dejaron a su paso españoles y franceses. El exilio y la pena de muerte para los delincuentes que han secuestrado la zozobra del haitiano.

Penosamente, y quizá el destino de Haití está sellado, no hay remedio. 

Pero tengamos cuidado. Haití es una alarma que no deja de sonar en los oídos de nuestros líderes y de nuestros jóvenes.

Haití podría muy probablemente ser el espejo en que se está mirando Occidente.

En el Vodou los espejos son presagios de que el mundo de los muertos está cerca. Los espejos son cárceles de espíritus.

Pero bien que ya ha llegado la hora de reflejar prosperidad, abundancia y redención.

Demos los pasos para que se haga la luz en nuestras almas, nuestras intenciones y, por supuesto, en nuestras acciones.

Brillemos como antes y cuanto antes.

Seamos diáspora de la miseria y de la incultura en las que nos han hecho navegar los colonos de nuestro intelecto y nuestra sapiencia.

De lo contrario, he ahí Haití. Y eso es únicamente el comienzo.





Monday, March 25, 2024

El Mesianismo Político: Crónicas de una Sociedad Deshauciada



Muchos de ustedes ya estarán más que familiarizados con la compañía "Temu." Temu (www.temu.com) es una multinacional que opera en línea, y podría definirse como el Amazon de las baratijas.

Temu es originaria de China y llegó a los Estados Unidos en Septiembre del 2022.

Las opciones en Temu para comprar artículos para el hogar, ropa, accesorios, juguetes y papelería son inmensos, y hay facilidades de pago que no ofrece casi ningún comercio que opere estrictamente por la world wide web.

Con esto en mente, hay que ser muy cuidadosos de no caer en la tentación de gastar cientos de dólares, pensando que lo podemos pagar a crédito.

Sí, Temu es altamente adictivo y sus algoritmos son aves rapaces.

Temu, como es de esperarse, tiene muchísimos detractores por el sólo hecho que es una compañía china, pero ya esto es para otro análisis.

Entre el millar de artículos considerados "best sellers" en esta plataforma se encuentran una variedad de bolsas plásticas para guardar abrigos, cubrecamas, y, mayoritariamente la indumentaria de invierno. Obviamente, el consumidor puede utilizarlas para lo que guste, pero el marketing de estas bolsas de plástico está inclinado a artículos que ocuparían mucho espacio en nuestros armarios y gavetas.

Aquí viene lo importante: ¿Cómo se utilizan estas bolsas de plástico?

Muy sencillo...

Lo que se desea guardar se acomoda en la bolsa. La bolsa tiene a un lado un orificio estratégico por donde, con la ayuda de una aspiradora, se le extrae casi completamente todo el aire.

Completada esta extracción, el plástico se adhiere al material y, por consecuencia, el bulto pierde peso y volumen y se hace muchísimo más fácil su manipulación y su colocación donde ha de hibernar hasta la próxima temporada. O de modo permanente.

Nuestra sociedad, a diario, pasa por procesos muy similares, cortesía de las innumerables agendas y consignas ideológicas que como ávidas aspiradoras nos han asfixiado hasta el punto que hemos perdido ya no sólo oxígeno en nuestras neuronas y nuestro intelecto, sino que somos perfectamente manejables.

Esta tendencia pareciera no tener fin, en gran parte porque no ofrecemos resistencia alguna.

En las bolsas disponibles por Temu, la falta de aire no permite el flujo de humedad y, por lo tanto, reduce la posibilidad que se produzcan hongos.

En una sociedad, la asfixia moral y emocional, hace propicia la llegada de parásitos mediáticos y agendas prefabricadas que quieran cambiar nuestro "modus vivendi" y nuestros valores más fundamentales.

Fue durante el renacimiento que el filósofo y filólogo neerlandés Erasmo de Rotterdam (1466-1536) pronunció el famoso refrán: "En el país de los ciegos, el tuerto es rey."

Nunca antes esta frase ha tomado más relevancia que con la tendencia hoy en día a coronar testas idiotizadas y hacerles una reverencia sin pensar en las consecuencias.

Hablemos por un instante del concepto que nos atañe hoy, los mesías del nuevo milenio.

De acuerdo con los preceptos bíblicos, un mesías es "es el salvador o liberador de un grupo de personas o de la humanidad en general escogido por Dios, que traerá la paz al mundo, instaurando el Reino de los Cielos." 

Los judíos hemos estado esperando a nuestro "ha-mashiach," nuestro mesías, desde hace milenios. Si bien es cierto que a lo largo de nuestra historia hemos podido toparnos con excelentes y calificados candidatos, como sería el caso de Rabbi Yeshua ben Yosef, decidimos, con el máximo respeto, seguir esperando.

Podríamos decir que los judíos tenemos sumo cuidado a quien otorgamos tan gran honor y responsabilidad.

La búsqueda de líderes a lo largo de nuestra historia, ha sido de los conceptos más fascinantes que se puedan analizar y estudiar con detenimiento y minuciosa curiosidad. La lista de protagonistas que han sido considerados líderes es interminable. Hay héroes y villanos. Hay líderes santos y líderes bélicos. Hay líderes que han sido reyes, y hay quienes han sido esclavos con cadenas en sus manos.

Pongan ustedes el nombre que deseen. 

Muchos de estos héroes han tenido detractores y defensores. Seguidores fieles que han dado la vida por una causa, así como desertores que se han sentido vilmente traicionados por las ideas desquiciadas o desacertadas de su líder.

Hay líderes con tal poderío que sus discursos y sus acciones tienen repercusiones a nivel global. Y hay líderes en nuestros pequeños mundos. Un buen jefe, por ejemplo, hace una diferencia en nuestro día a día. El aprecio a nuestra labor, es compensada con aumentos de salario o con la adquisición de nuevas responsabilidades.

Por el contrario, un jefe desconsiderado, oportunista e indiferente, puede hacer que un ambiente de trabajo se haga absolutamente invivible y eso se traducirá en una producción mediocre y que posiblemente no pueda hacer frente al mercado y a la competencia.

Hoy nos vamos a concentrar en el surgimiento de los nuevos líderes creados en gran parte por la propaganda y los brazos mediáticos que ceban esta propaganda, vasallos estos mismos medios de comunicación de agendas pre-determinadas donde el susodicho líder elegido y exaltado por ellos tiende a beneficiarlos de alguna u otra manera.

Esta dinámica se hace urgente entenderla a medida que avanza este análisis.

Daremos algunos ejemplos con los que podrán identificarse, sin duda alguna, nuestros lectores.

Pero hay que hacer un inciso para aclarar que estos personajes (porque son más avatares que otra cosa) no pertenecen solamente a uno u otro espectro político o ideológico.

De hecho, es tal la influencia y son tan impresionantes los decibelios que llevan estas voces, que, precisamente, su mayor ambición es romper en pedazos las barreras del sonido y atravesar diferentes grupos ideológicos. De hecho son voces universales, amplificadas por el jugo irresistible de arrobas y hashtags.

Empecemos por El Salvador. En El Salvador hace media década gobierna Nayib Bukele. Bukele llegó al poder en su treintena. Era un millennial. Su programa de gobierno fue meticulosamente diseñado por y para las redes sociales y los medios digitales, locales y extranjeros.

El señor Bukele cuenta con un supuesto apoyo de casi todos los Salvadoreños. Al menos así se nos ha vendido la figura de un líder que ha luchado contra la mafia terrorífica de las maras, causantes de los atentados más sangrientos que se conocen en América Latina.

Bukele no ha escatimado gastos para pulir su imagen frente a sus millones de seguidores de habla hispana a kilómetros de El Salvador. No da muchas entrevistas lo cual es parte de su misterio.

Manipuló descaradamente las leyes de su país para permitir su re-elección. No hay otra manera de definirlo, y sus detractores (porque sí los tiene) hablan de un Nayib Bukele tiránico y hasta peligroso. 

Sin embargo, los decibeles de estas voces críticas son muy débiles. La máquina devoradora de propaganda que ha creado Bukele a través de sus intervenciones en redes, frente a una base de fanáticos que lo han convertido en un Mick Jagger de la política, prácticamante no admite puntos de vista adversos.

Nayib Bukele se ha convertido para el salvadoreño promedio en un verdadero, valga la redundancia, en  "salvador."

En Argentina por décadas se ha asentado la filosofía política e ideológica del peronismo. El argentino se niega a enterrar el espíritu populista de una Evita, y lo desempolva para pasearlo tanto en su cotidianidad como en su expresión cultural: novelas, canciones, cine, y por supuesto en las redes.

Actualmente, gobierna Javier Milei, un personaje hecho a imágen y semejanza de hashtags muy populares y consignas atractivas para el argentino, que aun si bebe y respira como un peronista más, se ha querido cuadrar con una agenda ideológica anti izquierda.

Los constantes desaciertos de Milei ya forman una rica hemeroteca como el caso tan lamentable donde se ha burlado de las personas con Síndrome de Down.

Cabe agregar que el señor Milei maneja sus propias redes sociales. 

Esto hay que recalcarlo de estos personajes. De hecho es imprescindible que se tome en cuenta el grado de control que tienen estas nuevas voces sobre sus palabras y sus apariciones.

En España tenemos el caso de la presidenta de la comunidad autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, una de las fichas más relevantes en la historia del Partido Popular (PP) 

La señora Ayuso empezó su carrera política cuando era muy joven y empezó a adquirir relevancia en las redes sociales cuando se convirtió en "portavoz" de la perrita "Pecas" de Esperanza Aguirre, ex presidenta de la Comunidad de Madrid del 2003 al 2012 y ex presidenta del Senado español.

Fue relaciones públicas de "Pecas" hasta que el can falleció. Ya después, su habilidad de crear frasesitas cool y de hacerse atractiva a los millenials, empezó un poderoso ascenso en las filas de su partido.

Con la llegada de Pedro Sánchez al poder en el 2019, quiso hacerse notar con una línea, a mi parecer, estúpida, pero no por ello menos hábil y pegajosa, sobretodo para un sector de madrileños que componen las filas más elitistas de aristócrtas rancios y empresarios del Ibex 35.

Ayuso le propina a Sánchez dos o tres insultos y ya se convierte en la Agustina de Aragón del siglo XXI. Así de patético ha llegado a ser el votante del Madrid de hoy.

En mi opinión Díaz Ayuso es un crisol vacío, una dotada actriz  con un excelente y bien financiado guión que le han proporcionado tanto los líderes de su partido como una pandilla de medios subvencionados por propaganda institucional. Esto sin contar las numerosísimas movidas tan cuestionadas donde miembros de su entorno cercano se han visto altamente beneficiados. 

En este punto, sin miramiento, me hago portavoz de los medios independientes que no se han dejado ni financiar ni seducir por los cantos de sirena de la señora Ayuso.

Para no extendernos con una lista que nos llevaría a un análisis demasiado denso y demasiado largo, nos vamos al número uno de estos nuevos avatares con máxima influencia. Me refiero, como no podría ser de otra a manera, a Donald Trump.

A diferencia de estos personajes que he nombrado anteriormente, pienso que Trump es quizá el único que no tiene una agenda oculta. Genuinamente, el ex-presidente, ha demostrado que tiene una inmensa e intensa pasión por los Estados Unidos y por seguir la estela de nuestros Padres Fundadores.

De plano, me atrevo a decir, que mucho de lo que se ha adjudicado al señor Trump es injusto, cruel, y sólo refleja el alcance que tienen aquellos que nos han querido manipular y quieren poner al mando títeres tanto empresariales como mediáticos que son un vergonzoso protectorado de quienes controlan los lobbies y las agendas.

Trump tuvo una primera legislatura muy limpia y muy eficiente, pero lejos está el ex-mandatario libre de pecado. Trump se mostró débil frente a las fauces de Washington que lo engañaron sin piedad, y tuvo un manejo de la pandemia que dejó mucho que desear, a pesar de su enorme esfuerzo, muy loable, de conseguir las vacunas que tantas vidas salvaron.

Si bien muchos de nosotros hemos, con mucha conciencia, decidido darle una segunda oportunidad, colocándolo frente a las filas del partido Republicano para las elecciones de Noviembre, habemos quienes vemos en Trump unos cambios que no pueden pasarse por alto.

En el 2016, por ejemplo, su primera campaña, fue una contienda limpia y valiente donde Trump dejó ver que era anti-aborto.

Para su campaña actual, en sus propias palabras, ha decidido acceder a las excepciones que concede la ley para la práctica de un aborto: incesto, violación y peligro de la vida de la madre. 

Si bien estas opciones podría ser "razonables," Trump ha declarado que sin ellas no podría ganar las elecciones, adoptando así una postura más liberal.

En mi opinión, esto dice muy poco de la posible integridad de su campaña, dado que el aborto ya no es un asunto federal, sino que ha quedado en la potestad de cada uno de los estados de la unión, a raíz de la abolición de "Roe vs. Wade."

Estos no son devaneos del señor Trump o de cualquier otro político. Hay cada vez una población mayor, sobre todo mujeres de cierta clase social y de ciertas edades, digamos entre los 20 y 50 años que consideran que el aborto es un método anticonceptivo más y hacen sus cálculos electorales tomando muy en cuenta quien favorece y quien no favorece la terminación voluntaria de un embarazo. Ergo, Trump ha suavizado su posición con el aborto a cambio de un puñado de votos.

Con este punto podemos empezar a sacar conclusiones.

Una civilización occidental que padece de asfixia y con un brazo mediático que nos considera menos que las figuritas de barro del "Popol Vuh,"se ha hecho cómplice de la meteórica ascensión de mesías políticos e ideológicos como los que hemos descrito anteriormente.

Vuelvo y repito, este análisis no pretende polarizar su opinión. Al contrario, pretendo llamar la atención de lo peligroso que ha sido que se nos impongan personajes que al final han demostrado tener poco más que un hambre feroz de poder.

Pero la responsabilidad, señores, es y ha sido sólo nuestra. Las llegadas de personajes como Milei o Ayuso o Sánchez o Bukele u Obama o Trump es responsabilidad de un electorado poco exigente, desahuciado, engañado y mediocre. Sin subterfugios.

Puedo entender perfectamente que los anteriores nombres sean para muchos "la mejor opción." Y ahí está el quid. No! La mejor opción la debemos crear desde una consciencia moderada por la información, la educación moral e intelectual y la necesidad de desnudar al emperador se resienta quien se resienta.

La mejor opción es aquella que aún sin propaganda y sin la venia de consignas empresariales, mediáticas y maniáticas siguen brillando con luz propia.

Si bien nuestra sociedad está estructurada de tal manera donde se elige democráticamente a un líder político para cumplir nuestras leyes y ver por nuestro desarrollo socioeconómico, nuestra lista de exigencias ha de ser tal, que son ellos mismos los que han de sentir la aspiradora en su costado, asfixiándolos de sus intenciones maléficas y sus esquemas de corrupción.

No descartemos jamás bajo ningún concepto nuestra integridad. Valemos infinitamente más que lo que nos han hecho creer. Y es desde esta valía que debemos decidir y exigir quién, cuándo y cómo se manejan los designios de nuestras naciones.

Aceptamos lo justo. Exigimos lo máximo.

Escepticismo en modo "on."

Cero condicionalidad. Un voto es un contrato. El que lo viole, se verá hibernando en un closet oscuro, sin aire y sin voz, para siempre. "Per sécula," como las bolsas de Temu.

Demos paso a los líderes que sepan entender a cabalidad que así pensamos y que así lo haremos ver en las urnas y en nuestro camino.

La fe y su fuerza nos dará de vuelta el oxígeno que nos han querido robar impunemente.

No somos, ni seremos jamás un reino de ciegos. Somos un reino de almas despiertas y Dios es nuestro rey.

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